Escalan efectos del temporal en el sector privado: a daños en predios de frutales se suma la detención de plantas de Arauco
Testimonios de productores de cereza y lana de las regiones afectadas revelan el daño de las inundaciones.
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Contar con recursos y actuar con rapidez, sobre todo con foco en la reconstrucción. Ese fue el ánimo que transmitió el Presidente Gabriel Boric al volver a Santiago este martes luego de recorrer las zonas del centro sur del país afectadas por las intensas lluvias y desbordes de ríos y esteros.
“En Romeral vimos las plantaciones de guindas para la exportación a China que están tremendamente afectadas”, expuso el mandatario ante la prensa, para luego enfatizar la necesidad de apoyar la normalización de los canales de regadío de aquí a la época en que se venden los productos hacia el exterior.
Temprano el mandatario había anunciado la decisión de decretar estado de emergencia agrícola para agilizar la entrega de ayudas a los productores y agricultores de las 117 comunas afectadas por el frente de mal tiempo en las regiones de O´Higgins, el Maule y Biobío.
El Presidente señaló que se busca posibilitar una reacción oportuna a las personas que lo necesitan y que la zona declarada en emergencia agrícola “es donde se produce parte importante de los alimentos en Chile”.
Los alcances de las inundaciones
En la Región del Ñuble también hubo daño entre los frutales, como lo describe Francisco Araya, agricultor de cerezas de la zona de Quillón. “Yo tengo todo perdido. Estoy empezando de cero”, señala a Diario Financiero junto con relatar que ya había sufrido las consecuencias de los incendios forestales del verano, que arrasaron con dos hectáreas de su cultivo, dejando apenas cien árboles.
El agricultor precisa que, debido a dicha catástrofe, se vio obligado a iniciar el proceso de trasplante de sus cultivos con el fin de asegurar su desarrollo durante esta temporada. Estaba en medio de este proceso cuando las torrenciales lluvias comenzaron a afectar al país.
Toda la superficie donde iban a ser trasplantados está anegada. “No sabemos cuánto va a pasar, antes de que se sequen”. Esto genera un problema para Araya, debido a que los cerezos tienen fecha límite de trasplante: “Comienzan a florecer la primera semana de septiembre”.
Y el temor crece al pensar en el día después de la lluvia, pues las heladas estropearán el hecho de que en septiembre comienza la floración de los frutales y cerezos.
Las consecuencias de los más de 240 mm de lluvia que han caído en la Región del Maule también golpearon a Luis Rojas, un pequeño empresario que se dedica a la venta de lanas. “Perdí entre seis y siete mil kilos de lanas, todo eso se llevó el río”, relata.
Su establecimiento en Talca se vio gravemente afectado por inundaciones, desencadenadas por el desborde de los canales cercanos, que también causaron estragos en viviendas y cultivos de la zona.
Según Rojas, no solo perdió sus lanas, sino que también una gran cantidad de cuero y maquinaria que se vio estropeada. De hecho, calcula pérdidas por unos $ 50 millones.
Planta Licancel de Arauco
La escalada de mal tiempo obligó a Arauco a realizar una detención preventiva de la Planta Licancel, y se suspendieron las operaciones de cosecha, transporte, CIMA y Vivero Quivolgo del área forestal.
Además, este martes, se realizó la detención de la Planta Constitución, debido a que la crecida del agua afectó la bocatoma sobre el río Maule.
Esta situación, comunicó la empresa, ha repercutido también en el funcionamiento de la planta de Bionergía de Viñales, y de la Planta de Remanufactura -las que fueron detenidas- y en el normal funcionamiento del aserradero, el cual ha bajado su operación a un turno.