Andrés Kattan Abusleme
La noche del 22 de abril, Darío Calderón reunió a importantes empresarios para que escucharan la agenda futura del ex mandatario Ricardo Lagos, con miras a las próximas elecciones presidenciales.
Todo bien hasta ahí. Lo que llamó la atención fue la presencia de un empresario poco conocido públicamente: Isidoro Quiroga.
¿Por qué este inversionista de bajo perfil estaba presente? La respuesta es simple para uno de los concurrentes al evento. “Isidoro Quiroga es hoy por hoy uno de los jugadores bursátiles más importantes de Chile y su influencia y fortuna son igual de importantes. Se especula que su patrimonio bordearía los US$ 300 millones”, dice uno de los asistentes a la cita. Otras fuentes del mercado financiero consultadas por DF coinciden en estimar su fortuna en ese rango.
La mayor parte de sus negocios no son conocidos, por lo que en el mercado financiero se ha creado casi una leyenda, que habla de que tendría inversiones desde un banco en Rusia hasta bosques en Ucrania.
Sus redes de influencia son vastas. Es amigo íntimo de Julio Ponce Lerou, de Soquimich. El titular de la Sofofa, Bruno Phillipi, y el secretario general de este organismo gremial, Andrés Concha, también son sus amigos y socios en la eléctrica Pilmaiquén; Quiroga tiene cerca de un 9% de esta firma, porcentaje avaluado en cerca de US$ 20 millones.
Lo que está claro es que Quiroga no es un inversionista común. “El forma parte de una franja muy poco conocida de empresarios chilenos que son vitales para el desarrollo de inversiones innovadoras en Chile. Siempre está buscando alternativas con riesgo y con rentabilidades importantes”, sostiene uno de los empresarios cercanos a sus socios en Pilmaiquén.
Isidoro Quiroga opera con varias corredoras en el mercado, pero es con LarrainVial con la que concentra la mayor cantidad de sus inversiones en Chile. De hecho, reclutó a un operador de dicha corredora, Cristián Ramírez, para manejarle las inversiones.
Un importante abogado de la plaza asegura que en el mercado suelen llamarlo para ofrecerles negocios, a lo que él contesta rápidamente, movido más por su olfato que por algún análisis técnico. La condición es clara: inversiones poco conservadoras.
Origen de su fortuna
Isidoro Quiroga es hijo de un agricultor de clase media de Los Andes. Su padre participaba en el rodeo de la zona, actividad a la que no se pudo dedicar. Estudió en el instituto Chacabuco de los hermanos Maristas de Los Andes. Es reconocido en la zona como parte de una de las familias tradicionales y como un amante de la aviación (es piloto civil del Club Aéreo de la zona).
Uno de sus mejores amigos de la infancia, cuenta que Quiroga empezó su fortuna tras comprar algunos faldeos extensos en la zona llamada Campos de Ahumada para plantarlos con kiwis, siendo uno de los pioneros de la plantación de esta fruta en Chile. Eso marcaría una de las características más claras de su actuar empresarial: la apuesta por negocios con riesgo alto.
Con el tiempo le vendió dichos terrenos a David del Curto en una cifra considerablemente superior a la que los adquirió. Ya convertido en ingeniero civil de la Universidad de Chile, en donde fue compañero de Hernán Buchi -uno de sus buenos amigos y asesores-, invirtió dichos dineros en la bolsa especialmente en Endesa. De ahí surgió el interés por el mercado eléctrico el que se consolidó tras su ingreso a Pilmaiquén. ¿Cómo llegó a la eléctrica? Su hermana Victoria fue secretaria del ex titular de Hacienda, Hernán Buchi, quien era director de esa empresa. Ahí surgió una amistad que en el futuro seguiría consolidándose.
Hace más de seis años que Quiroga se radicó en Santiago junto a su familia. Tiene 6 hijos, y desde su sociedad Benjamín S.A. busca inversiones novedosas y de alto retorno esperado.
En 2005, Quiroga junto a un grupo de empresarios chilenos compró el 70% de las acciones de la Minera Argentina Andacollo Gold, que explota la cuenca aurífera del norte neuquino. Pero esa no es su única inversión minera, ya que ha participado en varios proyectos.
Este año el empresario prepara su desembarco en el negocio salmonicultor. Se habla que el inversionista ya encargó la construcción de al menos cuatro pontones, cuyo valor supera los US$ 10 millones. Con el fin de potenciar dicha área de negocios, reclutó a Andrés Saint Jean (ex AquaChile) y Gabriel Guajardo (ex Yadrán) para encabezar la plana ejecutiva, quienes estarían operativos en sus puestos en los próximos tres meses.
Otra de sus inversiones predilectas son las extranjeras. En Brasil tiene cerca del 3% de la compañía Energias do Brasil, aunque parte de las acciones que tiene de la empresa brasilera las ha vendido en el último tiempo para obtener recursos frescos para invertir en más centrales en Chile.
Un ex ejecutivo de Soquimich sostiene: “Isidoro juega fuerte pero no busca controlar las empresas, lo que hace es apostar por equipos que él cree aportan a hacer cosas buenas para aumentar su patrimonio personal”. El mismo ejecutivo sostiene que Isidoro Quiroga maneja antecedentes de industrias muy diversas. “Sé que invirtió en bastantes actividades en Rusia y son inversiones de alto riesgo que al parecer le salieron muy bien”, agrega.
Su bajo perfil es su marca registrada. Dentro del mundo empresarial reconocen su olfato y aseguran que “es uno de los jugadores bursátiles más influyentes del país, casi como Sebastián Piñera”, dicen. A escasas horas de que DF trató de contactarlo para una entrevista, su núcleo más cercano ya estaba enterado y tenía prohibición absoluta de hablar.
“La fortuna que maneja lo hace influyente y esa es la razón para que incluso un ex presidente lo invite a escuchar un posible programa de gobierno”, concluye un importante inversionista de la plaza.