Un respiro financiero experimentaría el Transantiago durante el próximo año a raíz del descenso de 40% que ha registrado el precio del combustible desde el peak que alcanzó en agosto pasado, hasta ahora.
En el mercado calculan que el déficit que genera el sistema de transporte capitalino podría reducirse en un rango que va desde US$ 60 millones a US$ 160 millones.
Según las estimaciones de Louis de Grange, experto de Transportes de la Universidad Diego Portales, la caída del precio del combustible podría producir un descenso de entre un 24% y un 27% en el déficit de 2009, si se toma como base de comparación el saldo negativo por US$ 591 millones proyectado para este año por el Ministerio de Transportes durante el mes octubre.
El cálculo de De Grange considera un precio del combustible similar al que se observa por estos días. Actualmente, el precio de venta de diésel en la Región Metropolitana oscila entre los $ 400 y $450 el litro, muy distantes de los
$ 690 a los que llegó durante el mes de agosto.
El experto advirtió que es clave considerar en esta estimación que el “actual déficit del Transantiago corresponde a casi un 45% del costo total del sistema”. De esta manera, explicó que como se prevé que los costos totales del Transantiago anoten una caída de 13% por efecto del descenso del precio del diésel, “el déficit se debiera reducir en un 27%. Esto es algo directamente proporcional a la reducción del combustible”, indicó.
Pese a lo anterior, resaltó que la caída en el valor del diésel no será la solución financiera del sistema, pues, recordó, que aún hay otras variables que son sujeto de subsidio.
Por su parte, Ana Luisa Covarrubias, experta en Transportes del Instituto Libertad y Desarrollo, comparte la visión de que los déficit deberían disminuir a propósito de la baja de los combustibles, ya que por ello caerán los pagos a los operadores.
Sin embargo, a diferencia de De Grange, apuntó a que esta reducción será de un 10%, lo que implica una baja de unos US$ 64 millones. A juicio de Covarrubias, el el cálculo también hay que tener en cuenta el mayor pago que deberá realizar el gobierno el próximo año al Administrador Financiero del Transantiago (AFT) por las mejoras tecnológicas que se vienen.
Federico Cassanello, especialista en transportes de la Universidad del Desarrollo, también señaló que los déficit acusarían recibo de una baja en 2009. “Yo tendería a pensar que, a nivel global, el déficit debería ir disminuyendo. Creo que se va mantener en niveles más bajos que lo que teníamos antes de las variaciones del diésel”, explicó.
Esta caída en el precio de los insumos que el gobierno debe pagar para asegurar el servicio de transportes también es una tendencia que esperan se cumpla en la cartera liderada por el ministro René Cortázar. Según las estimaciones que manejan al interior del ministerio, la reducción de las pérdidas del Transantiago por efecto de la caída del precio del diésel será menor al 10%.
En todo caso, señalan que la disminución de las pérdidas comenzará a notarse en diciembre de 2008, mes en que se reflejará la caída del precio de los combustibles ocurrida noviembre. Durante los meses de septiembre, octubre y noviembre, los costos totales del sistema registraron un alza del 5%.
El peso del combustible en el sistema
Si bien el combustibles es uno de los principales insumos para las empresas de buses, éste representa el 30% de los costos del sistema. En la ecuación de pago a las empresas, citada variable se suma a otros factores como dólar, IPC, mano de obra, lubricantes y neumáticos.
Es por esto que, a juicio de Gloria Hutt, especialista en transportes de la consultora Steer Davies Gleave, no es posible predecir con exactitud cuánto será el efecto de los precios de los combustibles en el déficit del sistema. “Hay muchos componentes, entre ellos también figura el pago por pasajero transportado. Esto, sumado a la campaña contra la evasión puede que genere mayores pagos a las empresas. La caída en el combustible no significa que automáticamente disminuya el déficit”, explicó.