Manutara Ventures tiene menos de tres meses en el mercado. Pero esta administradora de fondos enfocada en la industria de capital de riesgo se vistió rápidamente de pantalones largos: será la primera empresa chilena de este tipo en tener una oficina en Silicon Valley.
“Desembarcar en California no es fácil. Afortunadamente, gran parte de nuestro equipo ha vivido en EEUU, estudiado en algunas de sus mejores universidades y en contacto con la industria de venture capital durante ya varios años, lo que facilita enormemente el proceso de permitir que Manutara se inserte en dicho ecosistema de manera más fluida y potente”, destaca Cristián Olea, managing partner de la firma.
El directivo tiene una amplia carrera emprendedora, la que comenzó con la creación de la empresa Multiecast Mobile Messaging, primera firma en prestar servicios de valor agregado y plataformas SMS en Chile, vendida a un grupo australiano en 2007.
Entre otros emprendimientos, y previo a su llegada a Manutara, Olea cofundó Ionix Mobile Payments, empresa pionera en pagos móviles y seguridad bancaria en Chile.
En Manutara tiene otros cuatro socios, todos con amplia trayectoria emprendedora y empresarial: Pablo Traub, Matías Soffia, Ricardo Donoso y Antonia Rojas.
La administradora dispone de un fondo denominado Manutara I Etapas Tempranas Tecnológicas, de US$ 16 millones, el cual invierte hasta US$ 1 millón en empresas tecnológicas y las apoya a través de programas de aceleración, redes de contactos y asesorías específicas para permitir que estas escalen globalmente, en especial a mercados más desarrollados como Estados Unidos y Europa.
La tesis de inversión que Manutara ha desarrollado se hace cargo de una de las principales falencias del mercado de Venture Capital de Latinoamérica que es la falta de exit de las empresas tecnológicas. La fórmula que la firma ha denominado “Tesis de Convergencia”, busca empresas locales para escalarlas y de esta forma converger a mercados más desarrollados donde sí existen los exit, dado que son mercados más maduros y donde están las grandes corporaciones tecnológicas que compran este tipo de empresas.
Como parte de su plan estratégico de desarrollo, la apertura de operaciones en San Francisco busca además posicionar a Chile como un actor relevante en el mercado de exit más grande del mundo y en donde se concentra la mayor cantidad de fondos de este tipo en el mundo.
“En el corto plazo, nuestros objetivos en EEUU son posicionarnos en el ecosistema como uno de los partners latinoamericanos de preferencia tanto para emprendedores como para fondos de capital de riesgo locales y seguir cultivando una red que hemos conformado durante varios años”, explica Cristián Olea.
A mediano plazo, el objetivo es facilitar el proceso de softlanding y expansión de la startups, y en el largo plazo poder generar importantes casos de éxito en el mercado de exits más relevante a nivel global. “Así, ya hemos iniciado este proceso con dos startups de nuestro portafolio, por una parte Ipsum y por otra Rhinobird. Ambas startups con un gran potencial de expansión en este mercado”, destaca el directivo.
Añade que la llegada de este fondo de inversión local ofrece además un beneficio bidireccional, en cuanto las startups asociadas a Manutara Ventures, chilenas y de Latinoamérica, lograrán posicionarse como una interesante opción de inversión para fondos, no solo del mercado estadounidense sino que de todo el planeta a través de la plataforma de la empresa.
En esta línea, Manutara Ventures participará en la organización del “Chile Tek on The Bay”, instancia que tiene como objetivo generar una fluida comunicación entre los emprendedores chilenos y los de San Francisco, de manera de establecer mejores redes entre los compatriotas que se encuentran en California y los que deciden ir a escalar sus negocios en esta región.