Tras su deceso a los 56 años, la trayectoria del hombre de negocios, dirigente gremial, académico y activo promotor de iniciativas sociales es ampliamente valorada desde las cúpulas empresariales hasta el mundo sindical.
Por: Equipo Diario Financiero | Publicado: Lunes 25 de noviembre de 2024 a las 00:00 hrs.
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Fotos: Julio Castro y Archivo
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Empresario de primera línea; activo dirigente gremial –desde cargos en la Sofofa y la presidencia de la CPC, hasta colaborador de instancias como la Conapyme-, y académico comprometido con el desarrollo de la Universidad Católica. Estas, y muchas otras funciones, destacan en la fructífera trayectoria de Alfonso Swett Opazo, quien falleció este domingo a los 56 años, producto de un cáncer, rodeado de su familia y seres queridos.
La noticia del deceso causó un hondo pesar a todo nivel, desde gremios, empresas y actores del mundo sindical, quienes ayer dieron cuenta del reconocimiento a su vocación de servicio público, pasión por la academia y su exitosa gestión en el ámbito de los negocios.
El recuerdo de sus pares
“Por sobre todo, fue un hombre de una inmensa calidad humana, de férreas convicciones, de un gran liderazgo y visión de futuro”. Ricardo Mewes, Presidente de la CPC.
“Alfonso dedicó su vida al servicio del desarrollo empresarial y del país, siempre promoviendo el diálogo y la colaboración público-privada”. Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa)
“Un empresario y dirigente empresarial que aportó mucho al desarrollo del país, siempre pensando en lo mejor para Chile y los chilenos”. Andrónico Luksic, Empresario
“Tuvimos la suerte de conocerlo en su condición humana y profesional como director de CIA Electrometalúrgica S.A. Por su compromiso, cariño, capacidades y, sobre todo, su liderazgo, cualquier calificación quedará como insuficiente”. Baltazar Sánchez, presidente de Elecmetal.
“Ha partido un hombre con un sentido social sin precedentes y con una fe fuera de este mundo. Sin duda, deja una gran vacío en todos los miembros de la Facultad”. Jose Miguel Sánchez, decano Economía y Administración UC.
“Fue un líder visionario, innovador y comprometido con el bienestar del país”. José Pakomio, presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC).
“Alfonso dejó una huella imborrable, no sólo como líder empresarial y gremial, sino también como ser humano, siempre dispuesto a apoyar”. Antonio Walker, presidente sociedad nacional de agricultura (SNA).
“Nos deja un gran empresario y dirigente gremial, siempre dispuesto a trabajar por Chile (...), pero aún más importante, una tremenda persona. Alfredo Echavarría, presidente de Cámara Chilena de la Construcción.
“Nos deja un gran empresario y amigo muy querido. Agradecemos su valiosa contribución al quehacer empresarial; a la defensa de los valores de la libertad, la democracia y la justicia; y su aporte, a través de su dedicado trabajo en los gremios, a la construcción de políticas públicas que mejoren la vida de las personas”, señaló el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio, Ricardo Mewes, quien formó parte de las numerosas valoraciones a la calidad humana y profesional de Alfonso Swett (ver recuadro).
“Tuvimos la suerte de conocerlo en su condición humana y profesional como director de CIA Electrometalúrgica S.A. Por su compromiso, cariño, capacidades y, sobre todo, su liderazgo, cualquier calificación quedará como insuficiente, porque todo lo superaba. Vamos a echar mucho de menos a este querido amigo y guardaremos un recuerdo agradecido e imborrable, y les enviamos sinceras condolencias a sus padres, Alfonso y María Isabel, a sus hermanos, y a su mujer Ximena e hijas”, señaló Baltazar Sánchez, presidente de Elecmetal –de la cual Swett es director- en nombre del directorio de la empresa, sus filiales y todos sus trabajadores.
Los restos de Alfonso Swett serán velados en la Iglesia de San Francisco de Sales, en Vitacura.
El empresario formó parte de la segunda generación familiar del grupo fundado por su padre, Alfonso Swett Saavedra.
La apertura en bolsa en 2006 ha sido uno de los grandes hitos en la trayectoria de Forus.
Los inicios de su trayectoria
El fallecido empresario es uno de los cuatro hijos de Alfonso Swett Saavedra y María Isabel Opazo. Desde su posición en los negocios familiares, fue gerente general de Costanera S.A.C.I., director de Forus S.A., y Olisur S.A. además de ocupar cargos en las mesas directivas de otras compañías.
Antes de iniciarse como hombre de negocios, Swett pensó ser sacerdote, inquietud que conversó con su familia y lo llevó a conocer el seminario de la congregación del Verbo Divino en La Florida. La vocación le duró hasta que tuvo que pasar un fin de semana en silencio y reflexión: “Me di cuenta de que son muchos los llamados, pocos los elegidos. No tenía dedos para el piano. Yo era demasiado hiperquinético y no podía resistir el silencio”, comentó en entrevista con revista Capital en 2018.
Con Bárbara Figueroa como contraparte, Swett encabezó una inédita reunión CPC-CUT en 2018.
También en esa época se interesó por la filosofía. Pero finalmente terminó estudiando ingeniería comercial y luego cursó un MBA en la Universidad de Duke (EEUU). Entró a trabajar en 1991 y su primer jefe fue el entonces senador Sebastián Piñera.
En paralelo, Swett mantuvo viva su vocación de servicio social, que despertó tempranamente mientras estudiada en el Colegio Verbo Divino y conoció la dura realidad del campamento Arturo Prat, en el sector sur de Santiago, y conmovido por las condiciones de vida de sus pobladores, decidió movilizarse para ayudar de distintas maneras, dedicando fines de semana en terreno durante años. Y en los años siguientes, extendió su labor a numerosas instituciones de ayuda social, como es el caso de su rol como director en la Fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre.
Los hitos empresariales
Como segunda generación familiar al frente del holding familiar Costanera -que agrupa negocios en las áreas de retail, inmobiliaria y agroindustria, principalmente- Alfonso Swett Opazo fue gravitante en el desarrollo empresarial de este grupo que tiene su eje en Forus S.A., compañía que maneja un portafolio de marcas donde destacan líneas en las categorías outdoor, casual y sportswear como Rockford, Cat, Columbia, Merrell, Nine West, Hush Puppies, Brooks, Patagonia y Azaleia, entre otras.
Fundada en 1980, la firma logró un activo crecimiento en las décadas siguientes que la llevaron a abrirse en bolsa en 2006 y a expandir su presencia a países como Uruguay, Perú y Colombia.
La gestión gremial
Entre 2018 y 2020, Swett hizo una pausa en los negocios familiares para entrar de lleno en la esfera gremial, a la cabeza de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC). Una decisión que tuvo como precedente su acción en la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) como estrecho colaborador de su expresidente Andrés Concha, para luego convertirse en consejero en 2011 y, posteriormente, en vicepresidente por un breve periodo en 2014.
Al frente de la CPC, le tocó enfrentar escenarios muy complejos como el estallido social y la pandemia. En ese entonces, recién asumido, se le preguntó cuál sería el sello de su gestión: “No tengo ningún objetivo de sello personal. Yo estoy acá dos años y se acaba, pero la institución tiene una continuidad, los empresarios vamos a seguir tratando de aportar al bien común por muchos años más. Creo que uno comete errores, y hemos visto algunos recientes, cuando uno pone el yo delante de la institución o de la discusión en la vida pública (…) Nuestro principal desafío es que nos vean como un real actor de construcción de una mejor sociedad y no como defensores de intereses particulares de nuestras empresas”, manifestó en entrevista a Revista Capital.
“Comprendía la potencia del diálogo”
El 10 de abril de 2018, y por primera vez en la historia de la CUT, el gran empresariado se trasladó hasta su sede para sostener una reunión con los principales dirigentes sindicales. “Alfonso fue una persona muy llana, siempre muy franca, pero muy fraterna, siempre muy cálido en el trato cotidiano, muy respetuoso”, dice Bárbara Figueroa, entonces timonel de la Central.Pese a estar en veredas distintas, Figueroa enfatiza que la postura de Swett fue la de buscar puntos en común. “Un sello de lo que fue la gestión de Alfonso, es que él tenía la particularidad de comprender la potencia que tenía un diálogo entre iguales cuando se trataba de poner el tema del mundo del trabajo”, señala.