Los impactos del alza del dólar y de la significativa sequía se hicieron espacio el viernes en los análisis que hicieron distintos economistas de la plaza sobre la variación de 0,2% que experimento el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en agosto -acorde con las expectativas- y que se tradujo en una variación de 2,3% en doce meses, es decir, aún bien distante de la meta de 3% del Banco Central.
Desde Scotiabank, el resultado del octavo mes del año mostró una inflación algo más clara de la estimada por el instituto emisor en el Informe de Política Monetaria (IPoM) que publicó el miércoles y evidenció “claramente” un traspaso cambiario.
Reflejo de esto - en un escenario que la divisa subió más de $ 27-, la entidad reparó en el “inusual” comportamiento de paquete turístico, que ahora repuntó 2,5% en el mes, mientras el servicio de transporte aéreo avanzó 12,2%.
A lo anterior sumaron el alza generalizada de alimentos, “que va más allá de su estacionalidad” y que daría cuenta de un “impulso de demanda” que ejercería presión sobre los precios.
Así, reiteraron su pronóstico de IPC para el año de 3%, que es mayor al 2,7% que prevé el Central a diciembre.
Pese a esto, contemplan un nuevo recorte de la Tasa de Política Monetaria (TPM) de 25 puntos base por parte del Banco Central para fines de 2019.
Para Security, en cambio, la cifra de agosto no modificó sus perspectivas para los próximos meses. Sí hizo énfasis en el alza registrada por el IPCSAE de servicios desde 2,8% a 3%, la que es una de las medidas más utilizadas por el ente emisor, por lo que espera que el banco ponga “paños fríos” a recortes más agresivos. Y, de hecho, sugirió que eventuales recortes estarán más condicionados al escenario externo.
En la misma línea, Banchile, también espera una baja de 25 puntos base para fin de año, principalmente ligada al contexto internacional.
En su informe hace mención al efecto del tipo de cambio que “en parte” influyó en la inflación subyacente anual (SAE), la que aumentó por el componente de bienes.
Además, señala que el componentes de servicios SAE, si bien anotó el segundo aumento consecutivo en la variación anual, aún continúa con crecimientos acotados.
Con ello, mantienen su previsión de 2,8% para la inflación de 2019.

Otro invitado de piedra
Para Tanner el traspaso cambiario llevó a elevar la estimación de inflación acumulada para los próximos tres meses desde el 0,9% a 1%. Explicaron que esta mayor inflación obedece a la “persistencia” del mayor valor del dólar y los efectos de la sequía que afecta buena parte de Chile”.
Dado este análisis, subieron su previsión de inflación de 2,9% a 3%.
Pese a este ajuste, están esperando dos bajas de tasas -en octubre y diciembre de 25 pb cada una-, influida también por la incertidumbre externa.
En Santander, uno de sus focos tras el IPC de agosto fue el “importante aumento en carne de vacuno y frutas de estación, que podrían estar afectadas por la sequía”.
Respecto del alza del dólar, explicaron que se vio reflejada en el pasaje aéreo y paquete turístico. No obstante, estimaron que “el coeficiente de traspaso” sigue “bajo”.
A mediano plazo, agregaron, las holguras de capacidad -aún abiertas- seguirán restando presión a los precios, por lo que creen que la inflación se ubicará, en promedio, por debajo de la meta durante un buen tiempo.