Banchile detalla qué cambió en los chilenos que optan por comprar menos
Envejecimiento de la población, menores ingresos junto a la irrupción del e-commerce son parte de los cambios estructurales que hoy evidencia el consumo de acuerdo con el reciente informe preparado por el departamento de estudios de Banchile Inversiones.
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En medio de las desalentadoras cifras de consumo que se evidenciaron durante el segundo trimestre del año, el que se desaceleró de 3% a 2,3% según los datos publicados por el Banco Central, Banchile Inversiones realizó un estudio en el cual se deja en evidencia los cambios estructurales en la manera de comprar de los chilenos, lo que está afectando la actividad del sector, incluso, por sobre aquellos factores transitorios.
Un consumidor más maduro e informado que opta por el e-commerce fueron algunas de las conclusiones que los economistas Carolina Grünwald y Matías Solorza, revelan como parte de la modificación en el patrón de consumo.
El vuelo que han ido tomando las ventas de e-commerce en desmedro de aquellas presenciales son uno de ellos. "A las ventas formales se suman las ventas transfronterizas que pasaron desde 500 mil en 2012 a 17 millones en 2017" señala el informe. A ello se agrega el fenómeno de las ventas online informales cuyo impacto aún no se logra cuantificar.
Además se evidencia un perfil de un consumidor más informado y maduro, el que es cada vez más sensible a las promociones de precios afectando los patrones de compra. "Además cada vez se nota con más fuerza el consumidor responsable, que adquiere productos sólo cuando los necesita y busca reutilizar los productos antes de desecharlos", dice el informe, agregando que ambos comportamientos a juicio del estudio disminuyen las preferencias de comprar.
Más viejos y menos ingresos disponibles para consumir
Tal como ocurre a nivel mundial en Chile la población mayor a 65 años ha ido en aumento, particularmente siendo más intenso este envejecimiento de la población en los últimos años. Ello, de acuerdo con el estudio, ha impactado directamente en el consumo.
En primer lugar, menciona que el aumento de la longevidad está ligado a un mayor gasto en salud. Lo que se refleja al analizar, desde 2007 a 2017, la comparación del gasto de los consumidores según la Encuesta de Presupuestos Familiares (INE) que revela que el dinero destinado al concepto de salud aumentó su participación en el gasto promedio de los hogares desde 5,6% a 7,6%, respectivamente.
Como segundo efecto, está la perspectiva del ingreso disponible, el que debería caer al mutar desde una remuneración por empleo a una pensión por jubilación. Esto llevaría a que el gasto se concentraría en mayor proporción en aquellos bienes "de primera necesidad".
Pero no sólo la longevidad estaría afectando los ingresos y por ende al consumo.
El informe revela que otros elementos, como el aumento en el precio de las viviendas, la mayor destinación de recursos hacia compra de autos y el rápido incremento en la deuda de los hogares también estarían afectando el comportamiento del consumidor.
Mientras el valor de las viviendas ha crecido en la última década entre el 60% y 80% los salarios reales lo han hecho sólo cerca de un 24%. Un comportamiento que en los arriendos también es visible. En base a datos de Mercado Libre, se reportó que los precios han aumentado 43% desde 2011 hasta fines de 2018.
Respecto de los recursos utilizados a la compra de vehículos el análisis conecta las estrategias de venta inteligente de las automotoras que mantienen a los consumidores renovando el auto en un período de dos años con un pago en cuotas. "Según fuentes de la industria, es probable que el aumento récord de ventas de autos observado en 2018 no se repita, pero el incremento en la proporción del ingreso de los hogares destinado al pago de autos seguirá presente", dice el informe.
La deuda y las remesas también han influido a la hora de tomar la decisión de qué consumir. Mientras en 2015 el deudos el deudor mediano tenía una razón de deuda a ingreso de 4,42 veces en 2018, esta creció a 5,72 veces.
En tanto el aumento en el envío de las remesas va en línea con el crecimiento de la migración en el país pasando a representar desde el 0,2% del PIB en 2010 a 0,5% en 2018.
La automatización es otro de los elementos que impactaría en las remuneraciones.