Después de décadas de silenciosa disciplina, hoy las aguas están
turbulentas en la Bolsa de Comercio de Santiago. El actual esquema del
mercado local está siendo cuestionado no sólo por voces externas, sino
también internas, lideradas por el socio fundador de Celfin Capital,
Jorge Errázuriz.
Aunque sus reparos son de larga data, fue hace poco más de un mes, que
se hicieron explícitos. Tras la intervención en el Icare del 8 de
agosto del ministro de Hacienda, Andrés Velasco, quien criticó la falta
de organización y espíritu societario del sector financiero, Errázuriz
sacó la voz.
Reconocido en el mercado como un líder de opinión, pero criticado por
su estilo frontal, sus críticas han generado debate sobre el
funcionamiento del mercado.
“La persona pudo haber sido otra, pero fue Errázuriz. Pudo haber sido
alguien de IM Trust o EuroAmerica. Pero siendo honestos, Celfin es
mucho más grande”, sostiene el gerente de una corredora.
Su intervención, conocida hoy en el mercado como “el icarazo", caló
hondo entre los asistentes. Porque sus planteamientos implican desarmar
el statu quo de los últimos años de la Bolsa .
Foco de atención
En un mercado en que sus actores se caracterizan por preferir el
silencio ante la coyuntura, Errázuriz ha abogado por una serie de
medidas de las cuales nadie hablaba hasta hace unos meses. Entre ellos,
la desmutualización de la Bolsa de Comercio -abrirla a cualquier
accionista que pueda adquirir un porcentaje de la propiedad-, la
fusión con sus pares -la Electrónica y la de Valparaíso- y cambios a
los estatutos que permitan elegir un presidente independiente y de
dedicación exclusiva. También ha promovido la creación de un gremio de
agentes financieros que sea un interlocutor válido de los intereses del
sector privado ante el gobierno y los inversionistas extranjeros.
Una cruzada que ha despertado simpatías en algunos y escepticismo en
otros, y que ha dejado en evidencia los vacíos e intereses divergentes
que mueven al mercado local.
“En esta cruzada no creo que Errázuriz esté solo. Nadie se tira al
abordaje solo; ni Arturo Prat lo hizo”, ilustra Luis Eguiguren,
fundador de Finanzas y Negocios.
Varios agentes financieros reconocen el esfuerzo y el “buen timing” de
la campaña de Errázuriz, aunque tenga una agenda propia detrás.
“A mí no me sirve que el mercado se achique un 25%, sino que se
triplique. Y si Errázuriz quiere tomar un rol protagónico, y se
apalanca en su trayectoria, está bien. Porque alguien tenía que
hacerlo”, confiesa el gerente de una corredora mediana.
Pero hay voces que critican a Errázuriz. "Se esté candidateando como
el salvador del mercado. Especialmente cuando han habido reuniones
entre los corredores sobre estos temas antes que hablara en Icare",
reclama el gerente corporativo de una corredora.
Incluso trascendió que corredoras como IM Trust y LarrainVial le
habrían hecho "un llamado de atención" al ejecutivo por su publicitado
protagonismo.
El mismo Errázuriz se defiende. “El cambio va a ocurrir por sí solo. Yo sólo tiré la bolita”, señala.
El "club de Toby"
“Esta Bolsa ha sido un Club de Toby, lo que es súper rentable para
algunos, pero no nos sirve para dar un salto como mercado”, opina un
alto ejecutivo sobre el cambio al establishment que propone Errázuriz.
Porque una cosa es que un corredor critique como funciona la mayor
plaza bursátil del país, pero otra es que sea también un director
miembro de este exclusivo grupo.
Incluso en la vieja guardia bursátil las palabras del vicepresidente de
Celfin son respetadas. “ Es un hombre muy inteligente y creo que está
bien intencionado. Pero eso no quita que el presidente de la Bolsa
(Pablo Yrarrázaval) ha desempeñado una gran función”, sostiene Jaime
Larraín Vial, director de la Bolsa y fundador de la corredora que lleva
su nombre.
Hace 20 años que Yrarrázaval ocupa el mismo sillón en el directorio de
la Bolsa. Lo eligieron sus once miembros, que representan a las 31
corredoras accionistas actuales.
Pero fue en esta década que su desempeño comenzó a ser criticado por
algunos sectores. Agentes cuestionan la falta de dinamismo y
agresividad de la plaza, todavía más cuando su desarrollo no ha ido a
la par con la tendencia mundial.
El colmo para algunos agentes financieros fue la reciente misión de
ejecutivos chilenos al Bovespa, al que sólo fue Errázuriz. “El viaje lo
organizó el regulador, y no la Bolsa. En otros países, son ellas las
que salen de gira en búsqueda de negocios”, dice un director de
inversiones.
Otro cuestionamiento surgió cuando Errázuriz se pronunció antes que Yrarrázaval sobre la situación de Alfa.
“Tiene que modernizarse. No es una muy buena Bolsa de Comercio. Parece
que estuviera en el siglo XIX; no está orientada a hacer negocios, sino
que se dedica más que nada a vender software”, agrega un alto ejecutivo.
Ante esto, Errázuriz propone comenzar los cambios estructurales en la
Bolsa eligiendo un presidente independiente y con dedicación exclusiva.
Pero, ¿es esto un cuestionamiento a Yrarrázaval?
“Yo no la personalizaría. Es la lucha por tener a alguien que se
dedique al tema de forma exclusiva”, dice el director de una corredora
mediana.
“Se ha malentendido el tema”, dice por su parte Eguiguren. “No es que
Errázuriz quiera desbancar a Yrarrázaval. Él está mirando mucho más
allá de la pelea corta”.
Cambio de hábito
Errázuriz ha dicho que las bolsas se deben convencer de que viven una
ilusión de "tener poder por estar donde están”. Por eso propone la
desmutualización para que “dejen de funcionar como una cooperativa”.
Hay visiones más críticas. “La Bolsa de Comercio tiene sus incentivos
mal puestos. Hay primero un conflicto de interés: eres dueño y a la vez
cliente”, explica el gerente de una importante corredora no bancaria.
Hay consenso en que es un paso inminente, al igual que la fusión de las
bolsas, pero su aplicación genera diferencias. “Estoy de acuerdo con la
desmutualización, siempre y cuando el patrimonio de las corredoras no
se vea disminuido”, dice Jaime Larraín.
La Bolsa de Comercio es la única entidad en Chile que reparte el 100%
de dividendos. Según algunos agentes, este atractivo y seguro ingreso
beneficia principalmente a las corredoras pequeñas. Pero la principal
muralla que enfrentan ambas iniciativas son los bancos.
Por eso en el sector financiero no bancario aseguran que Errázuriz es
el único que puede liderar una cruzada así, porque Celfin no depende de
los bancos para financiarse.
“Los que hoy controlan la bolsa son los bancos. Mi corredora no es
LarrainVial ni Celfin. Si quiero aumentar mi poder, tengo que
enfrentarme a los bancos, que también son los que me dan la línea de
crédito. Así obviamente no dan muchas ganas de romper el statu quo”,
precisa el socio de una corredora mediana.
La desmutualización haría perder a los bancos parte de ese control,
aunque el impacto monetario no sería de gran tamaño. "Para ellos el
negocio del corretaje no es importante dentro de su portafolio. Crearon
la Bolsa Electrónica para hacer presión y así entrar a la de Comercio,
y a lo mejor ya lograron lo que querían”, advierte otro alto ejecutivo.
Más allá de la campaña de Errázuriz, en Santander GMB están de acuerdo
con esta iniciativa que busca convertir a la bolsa en una empresa
privada. “Apoyamos la desmutualización como parte de un proceso
modernizador de nuestras instituciones”, plantea Cristián Donoso,
gerente general de la corredora del banco.
Pero otras voces bancarias opinan diferente. “La desmutualización se ha
llevado como una bandera de lucha, pero no va a generar un gran cambio,
porque ya hay muchos corredores. Sí creo que la Bolsa como institución
se ha quedado bastante atrás”, dice un corredor bancario.
Errázuriz ha descartado que él quiera asumir la presidencia de la Bolsa
de Comercio de Santiago, porque necesita dedicación exclusiva. Sin
embargo, este punto tendrá expectante al mercado durante los seis
meses que quedan para la reelección del directorio y el presidente de
la Bolsa de Comercio.
Ordenando la casa
Intencional
o no, lo cierto es que Velasco y Errázuriz usaron la misma plataforma
financiera para recordarle al mercado lo que era una espina en el
costado desde hace años: la falta de asociatividad en el mercado.
De hecho, la falta de esta "Sofofa o CPC financiera" le ha significado
grandes dolores de cabeza al sector público a la hora de aunar los
intereses privados para las propuestas de reforma de mercado de
capitales.
Hasta ahora, el mercado otorgaba a la Bolsa de Comercio este rol, pero
incluso simpatizantes de Errázuriz reconocen que nunca debió haber
tenido esa responsabilidad, porque La Bolsa debe ser una empresa
privada y no una cooperativa.
Ya se han dado pasos en esa dirección. Corredoras como Celfin, IM Trust
y LarrainVial se habrían reunido antes del "icarazo" de Errázuriz para
tirar las primeras líneas. Y esta semana Banco Itaú organizó con varias
firmas, como Moneda, Compass, Celfin y EuroAmerica, un encuentro con
ejecutivos de la Asociación Nacional de Bancos de Inversión de Brasil
(Anbid) y el Instituto Brasileño de Certificación de Profesionales
Financieros (IBCPF), para discutir el modelo adecuado de certificación
que se le comenzará a exigir a los operadores de bolsa en Chile,
independiente de si se crea una asociación de agentes financieros o no.