Tohá logra despachar a ley infraestructura crítica, pero votos oficialistas no estuvieron para prórrogas al estado de excepción
Por una jornada de dulce y agraz pasó la ministra del Interior, porque nuevamente no logró alinear a las filas oficialistas.
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El miércoles, la ministra del Interior Carolina Tohá logró que los proyectos de la infraestructura crítica, que le entrega a las Fuerzas Armadas el resguardo de las fronteras; y el que regula las prórrogas sucesivas del estado de excepción constitucional, fueran a Comisión Mixta ese mismo día tras ser rechazados por la Cámara Baja, con el fin de que este jueves volvieran a ser votados, aprobados y despachados a ley. Sin embargo, sus gestiones no alcanzaron para que ambas iniciativas, que requerían de un quórum de 4/7 (89 diputados) para ser aprobadas, vieran la luz.
La jornada de hoy jueves tuvo de dulce y agraz, porque Tohá no pudo ganar ambas reformas. La ministra, logró sacar adelante la reforma constitucional que modifica la Constitución con el objeto de permitir la protección de infraestructura crítica por parte de las Fuerzas Armadas, en caso de peligro grave o inminente y les entrega el resguardo de las fronteras en caso de ser necesario.
Esta reforma se aprobó con 110 votos a favor, seis en contra y seis abstenciones. Pero esto no fue fácil, ya que el miércoles, en el marco de la Comisión Mixta, Tohá debió suscribir un protocolo de acuerdo con Chile Vamos, a nombre del Gobierno, para asegurar su respaldo.
El protocolo establece que los firmantes se comprometen a construir, en el mes de febrero, dos mesas técnicas de trabajo entre representantes de los poderes Ejecutivo y Legislativo, para analizar las propuestas sobre reglas del uso de la fuerza para elaborar un proyecto que el Gobierno deberá enviar al Congreso la primera semana de abril, con suma urgencia. Y, en segundo lugar, elaborar una propuesta que incluya medios legales, financieros y administrativos para “la creación de capacidades especializadas para las Policías o Fuerzas Armadas para la protección de fronteras”, cuyas conclusiones deberán presentarse, a más tardar, en la segunda quincena de mayo, sirviendo de base para la elaboración de una propuesta legislativa.
Adicionalmente, el Gobierno debió comprometerse a impulsar las modificaciones legales y reglamentarias que se han avanzado en el marco del compromiso transversal por la seguridad, con miras a facultar controles de identidad con registro, en pasos fronterizos a una profundidad de diez kilómetros contados desde la frontera terrestre; permitir a los tribunales considerar las condenas en el extranjero, para efectos de determinar la agravante de responsabilidad penal de reincidencia; y, habilitar al Ministerio Público para actuar ante embajadas y organismos consulares extranjeros ante una detención, pudiendo requerir el aumento del plazo de detención hasta 96 horas para ello.
El peso del ¿oficialismo?
No corrió la misma suerte la reforma que modifica la Carta Fundamental, en materia de prórrogas sucesivas de un estado de excepción constitucional de emergencia y limita la restricción de la libertad de reunión en estos casos. Pese a que ambos informes habían sido aprobados por la Sala del Senado a última hora de la tarde del miércoles, los diputados fueron menos magnánimos con el Gobierno.
Las principales críticas de la oposición a esta propuesta, que reiteraron en la sesión de este jueves, son que se le facilitaba al Gobierno contar un estado de excepción sin que este les detallara el plan integral que proyecta para zonas como la Región de La Araucanía y aprobar la iniciativa constituía una especie de cheque en blanco para que no rindiera cuentas ante el Congreso del trabajo realizado, algo que actualmente tiene que hacer cada 15 días cuando va a solicitar la prórroga.
Ello pese a que la reforma constitucional si establecía que la autoridad debería rendir cuentas al Congreso a través de informes periódicos sobre los resultados de la aplicación de la medida.
La derrota sufrida por el Gobierno en esta votación fue doblemente agria, ya que fue rechazada por no alcanzar el quórum requerido de 89 votos a favor, sino que se perdió por un voto. Ello, porque obtuvo 88 respaldos, 23 votos en contra y 11 abstenciones. Y entre quienes votaron en contra había tres representantes del Partido Comunista, dos del Partido Ecologista Verde y un independiente del Frente Amplio, con que uno de ellos hubiera apoyado la reforma, a esta hora la ministra Tohá estaría celebrando un gran triunfo.
Como consecuencia, la próxima semana –la última distrital antes del receso legislativo de febrero- el Congreso convocó a ambas cámaras para votar una nueva prórroga, proceso que se debrá realizar el lunes 30.