"No hay dudas de que 2015 va a ser mejor en términos de crecimiento", dice el economista jefe de Santander Pablo Correa al comentar el IPoM. Sin embargo, ve un riesgo en ese escenario si es que no hay control de las expectativas.
- ¿Vio un diagnóstico más sincero del Banco Central respecto de la situación macro del país?
- Era necesario que el Banco Central sincerara no sólo las cifras, sino que también el diagnóstico. Hay dos cosas muy importantes que hace el BC: una, que es más de corto plazo, y otra más estructural. La de corto plazo viene a poner fin a la disputa que durante todo el año tuvo un dejo político, respecto de si este año el desempeño económico había o no sido afectado por el tema de las reformas.
El BC dijo que seamos sinceros, 2014 fue un mal año, no hay dos lecturas, tuvimos alta inflación y bajo crecimiento y el tema minero por supuesto afectó por el fin del superciclo, pero también afectaron las expectativas, también afectaron las reformas (...) Fue bastante reiterativo en decir que las expectativas de consumidores y empresarios están deprimidas y esto no ha repuntado como esperábamos, no hubo un punto de inflexión el cuarto trimestre y si no hacemos algo para recuperar las expectativas el próximo año, hay un factor de riesgo a la baja importante. Que lo haya dicho con esa claridad el BC me parece importante porque con el diagnóstico en la mano podemos empezar a enfrentar medidas para revertirlo.
- ¿Por qué no llegó el punto de inflexión en el cuarto trimestre?
- Cuando lo vemos por componentes, el banco menciona que los elementos de política macroeconómica propiamente tal, han ayudado y van a seguir ayudando. Dice que los efectos de la política monetaria más laxa ya los vemos en el mercado del crédito y probablemente se van a seguir manifestando, hemos bajado dos puntos la TPM en un año. Por otro lado, vamos a tener un gasto fiscal más expansivo; y tercero, el mundo si bien no está en su mejor momento, sí tiene mejores perspectivas para 2015 y 2016 y menciona que el sector exportador y el industrial vinculado a la sustitución importaciones han tenido buenos años.
Por lo tanto, lo que está diciendo con eso es que el shock no es externo, ni es crediticio, está diciendo que esos dos elementos han sumado más que restado y van a seguir haciéndolo. Por lo tanto, ¿cuál es el elemento de política que queda y que puede explicar por qué no se ha producido el punto de inflexión? Es porque no ha rebotado la inversión y eso tiene que ver con expectativas.
- ¿En el neto el mayor riesgo está en el plano interno que externo?
- Hay ciertos riesgos, pero el banco en general lo que dice es que 2015 va a ser un mejor año en el mundo externo, por supuesto no está exento de riesgos. El primero es que el proceso de transmisión de la política monetaria en EEUU sea volátil, no te menciona el hecho de que sea disruptivo lo cual me parece que es un detalle importante en el lenguaje, en el sentido de que lo menciona como algo totalmente necesario y positivo siempre y cuando no sea volátil.
Lo segundo es lo de China, creo que eso es un riesgo más de mediano plazo, no creo que sea un riesgo de que durante 2015 vayamos a tener un comportamiento particularmente malo en China como para tener un desplome de los commodities, creo los riesgos vienen más por el lado financiero que otros.
- ¿Qué tanto espacio hay para nuevas rebajas de tasas?
- Habrá rebajas de todas maneras, hay bastante espacio sobre todo una vez que ya veamos que los shocks del petróleo se empiezan a traspasar a precios. Lo veremos en el IPC de diciembre, donde lo más probable es que sea de por lo menos 30 puntos base negativo.
En la medida que en enero y febrero, que son meses también bastante estacionales con inflaciones bajas, le den un poco más de espacio al banco y que la inflación baje y se acerque al 4% y se aleje del rango del 5%, creo que durante los meses de marzo y abril pudiésemos ver una baja de 50 puntos para estabilizar la tasa en torno a un 2,5%.