Fue la propia presidenta Michelle Bachelet quien llamó a Natalia Piergentili para que dejara su cargo como jefa de división de Desarrollo Regional en la Subdere y asumiera la titularidad de la Subsecretaría de Economía. Un proceso que la administradora pública de la Universidad de Santiago -y militante del PPD- describe como “interesante” y “vertiginoso”, ya que en estos dos primeros meses ha tenido que adaptarse a un equipo que lleva trabajando dos años a toda máquina y que se intensificará este 2016.
“Estamos en el año de la productividad, por lo que no he podido darme respiros. He tenido que introducirme, juntarme con los equipos, ponerme a tono”, detalla.
La subsecretaria también destaca el apoyo que ha recibido del equipo, incluida Katia Trusich -la ex titular de la repartición-, quien le entregó su visión y detalles del aprendizaje tras sus casi dos años en el cargo, lo cual Piergentili agradece.
Las directrices
El ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes ya mandató las áreas que la Subsecretaria deberá coordinar y liderar: la agenda de responsabilidad social, los temas de género, el reimpulso a las cooperativas y la pertenencia territorial de la oferta. Aquí, en su primera entrevista en el cargo, entrega su visión de los retos para su repartición y el gobierno en los próximos dos años.
- Usted ha participado en el gobierno de la presidenta Bachelet desde el inicio. ¿Cómo fueron estos dos primeros años y como espera que sean estos dos restantes?
- En lo económico, creo que tenemos la ventaja y la desventaja de ser una economía absolutamente abierta, y no solo nos tocó un problema puntual con el precio del cobre, también los vaivenes exteriores nos afectan, el crecimiento de Estados Unidos, China.
Siento que como colectivo somos muy críticos de nosotros mismos. Hace unos días miraba la cifra de crecimiento en EEUU y decía “hemos hecho un gran esfuerzo como país”, porque no ha aumentado la tasa de
desempleo, y el Imacec se ha mantenido. Creo que Chile, como sociedad y actor de la economía, es un país responsable y tenemos un rayado de cancha ético legal que nos permite hacer las cosas bien como país.
- ¿Se están tomando las medidas correctas para volver a crecer a ritmos más elevados?
- Que el ciclo del cobre vuelva a los precios que teníamos antes no va a ser fácil y eso nos da más sustento a algo que hace dos años parecía un poco fuera de contexto: cuando la Presidenta lanza la Agenda de Productividad, Innovación y Crecimiento, una de las ejes es la diversificación productiva, entonces uno dice “ah, otra vez esto mismo”, pero estamos hablando de no exportar cobre sino cañerías de cobre y eso habla de la impronta de este gobierno.
- ¿En qué sentido?
- La diversificación productiva es una mirada de Estado, porque sus beneficios no los va a ver Bachelet y sus beneficios -en su máxima expresión- tampoco el gobierno que viene. Pero si seguimos en esa línea, vamos a poder instalar miradas productivas de Estado, porque una de las cosas que lamentablemente suceden con la alternancia, es que muchas veces para yo inventar algo mucho mejor de lo que invento el otro, se cae en refundaciones y políticas que son buenas iniciativas -como los clústers- quedan olvidadas.
El rol de la confianza
- ¿Cuál será el papel de la subsecretaría en esa línea?
- Gran parte de la inversión en economía en este ministerio se está haciendo en los programas estratégicos y en la agenda de productidad, innovación y crecimiento para la diversificación productiva. Y toda la plata que se invierte ahora va a tener efecto, pero no un efecto inmediato, sino uno que van a tener su peak el 2025.
- Pero esa visión está pasando la cuenta ahora al gobierno, en las encuestas...
- Esa mirada de largo plazo es algo que el país necesitaba. La propia Comisión de Productividad dijo que las otras agendas tenían ese problema, que eran cortoplacistas, pero las consecuencias que trae también es un deterioro de las confianzas, como el que estamos viviendo ahora.
- ¿Cómo cree que evolucionará ese tema, en especial con el sector privado?
- Estamos en un momento difícil de la política, como valor. Yo creo profundamente en el valor de la política para cambiar las cosas en la sociedad, en el valor de la democracia, en el valor de las mayorías y estamos en un minuto en que la coyuntura hace que la gente tenga desconfianza. Por una serie de factores, no somos capaces de separar el valor de la política de las personas. Esto es como cuando sufre la crisis la iglesia, la gente deja de creer, o cuando tu tienes una decepción amorosa, dejas de creer en el valor del amor; es muy humano que esto suceda.
- Pero, ¿cómo se soluciona?
- El gran desafío para la clase política y para quienes militamos y creemos que la política es un valor para cambiar las cosas, va a ir de la mano de un nuevo pacto social.
Cuando el día de mañana, yo vote y mi voto -sea de mayoría o de minoría- se exprese en un sistema electoral y se relacione con los personajes que apoyo, yo voy a sentir que tengo más influencia sobre esa estructura, va a ser más mía.
Por otro lado, cuando tenemos una ley de financiamiento de la política que permita que el Estado garantice que las instituciones por las cuales se estructura la democracia las pueda realizar, las pueda auditar, las pueda financiar claramente vamos a tener un gasto que al final significa un ahorro en problemas de ética, de probidad, de transparencia.
- Una medida que no es muy popular...
- Es tremendamente impopular entre la gente y más impopular desde que pasaron todo estos casos de corrupción. Creo que hay que ser bien valiente cuando uno gobierna, esto es como cuando es impopular darles verduras a los hijos, pero a la larga -cuando tu hijo no es obeso y es saludable-, dices “viste, tu mamá no estaba tan equivocada”. Es valiente hacer reformas impopulares y la Presidenta es muy valiente en términos personales, pero creo que éste es un gobierno que apuesta a hacer las cosas que corresponden.
- Además de los cuatro mandatos del ministro, ¿hay otros desafíos?
- La idea es poder a la brevedad ingresar al Congreso la ley de protección de datos, que es una ley que estamos trabajando coordinadamente con el Ministerio de Hacienda y es una de las prioridades para este año.
- En algún momento se dijo que el proyecto pasaba completamente a Hacienda...
- Como digo, lo estamos trabajando directamente con el Ministerio de Hacienda, porque somos los dos ministerios incumbentes y el proyecto tenía que pasar por Hacienda también por un tema de recursos. Pero aclaro, hay un solo proyecto, Hacienda tuvo observaciones y ahora estamos a punto de generar un último borrador.
- Y el ingreso al Congreso, ¿será antes del 21 de mayo?
- Después del borrador, el proyecto irá al proceso de firma y se verá el momento pertinente para ingresarlo. Pero nunca en las conversaciones hemos dicho que esto tiene que estar antes del 21 de mayo.
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