En la antesala del viaje del Papa por Bolivia se especuló bastante en torno a qué espacio ocuparía en la agenda la demanda por la salida soberana al mar interpuesta por ese país en contra de Chile en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), de La Haya. Quién abrió los fuegos fue el propio presidente paceño, Evo Morales, quien en el discurso de bienvenida al Santo Padre expresó que aterrizaba en un país “mutilado en su acceso al mar por una invasión”.
Horas más tarde, durante la misa en la Catedral de La Paz y saliéndose totalmente del discurso preparado en el Vaticano, el Papa Francisco, tras un breve instante de reflexión, hizo un llamado “al diálogo por el mar”.
Esa sola mención levantó de inmediato las alarmas en los dos países, en torno a cómo interpretar el llamado que hiciera el Sumo Pontífice en medio de la disputa judicial que se libra en la CIJ.
El primero en reaccionar fue el canciller chileno Heraldo Muñoz, quien señaló desde el edificio Carrera que le parecían “muy interesantes” las palabras de Francisco en su calidad de “líder espiritual” y no como jefe de Estado del Vaticano y que bajo ese rol
“está en condiciones de hablar en favor de la paz”. El jefe de la diplomacia nacional agregó que “el Papa no ha hablado de soberanía, no ha tomado partido, ni ha mencionado el juicio en La Haya y, por el contrario, ha hecho un llamado al diálogo, nos parece muy positivo(...). Consideramos sus palabras como una afirmación de que la aspiración marítima boliviana es un asunto bilateral”.
Distinta mirada llegó desde el país altiplánico luego que el vocero de la causa marítima paceña, el ex presidente Carlos Mesa, dijera a través de su cuenta de Twitter que es “inequívoco el respaldo del Papa al diálogo en el tema del mar. ¿Qué pide Bolivia en la CIJ que no sea un diálogo con Chile?”, indicó, aludiendo en específico a que la demanda interpuesta por Bolivia es para obligar a Chile a sentarse a dialogar y negociar una salida soberana al mar.
En otro de los temas controversiales donde vuelven a chocar las miradas de La Paz y Santiago es en el posible rol de mediador que podría jugar el Papa Francisco y que Palacio Quemado viene esbozando hace algún tiempo.
En ese sentido, en entrevista con Reuters, Morales no descartó dicha opción. “No descartamos (que el Papa sea mediador en el diferendo), respetamos cualquier mediación”, dijo el mandatario. Mientras que Muñoz fue claro en señalar que dicha opción en inviable: “Ésta requiere el consentimiento de las partes y Chile, por supuesto, se opone a una mediación porque aquí no hay nada que mediar, aquí hay un tratado válido y vigente que estableció las fronteras entre los dos países de manera perpetua hace más de 110 años y el Vaticano entiende muy bien ese punto”.
Muñoz finalizó diciendo que Chile sí ha invitado a Bolivia a establecer un diálogo y que ellos son los que “no han respondido positivamente porque lo que les interesa es su estrategia comunicacional y de enfrentamiento en La Haya”.
En tanto, desde el Vaticano, su vocero Federico Lombardi, expresó que lo que dijo Francisco fue claro y preciso en pedir “diálogo en todas las dimensiones, para construir puentes y no muros”, pero aclaró que las soluciones no son tareas propias del Papa.
"En Bolivia no sorprenden gestos de apoyo"
Desde La Paz, agrega que el llamado al diálogo es "propio de la Iglesia".
-¿Qué lectura se puede realizar de la intervención del Papa instando al diálogo entre Chile y Bolivia, es una señal de apoyo a la demanda?
-El Presidente Morales insistió varias veces en el asunto marítimo, hasta que el Papa tuvo que referirse a él en términos generales y prudentes. Declaraciones como esa ha habido muchísimas.
-¿Qué provecho le sacará Evo Morales a esta intervención, reforzará la idea de que la demanda marítima concita un amplio apoyo internacional?
-Sí, pero reconociendo que no se trata de una alusión directa al proceso de La Haya, sino una exhortación de tipo más general, que además es propia de la Iglesia, la cual siempre recomienda el diálogo frente al conflicto.
-¿Es un triunfo de la diplomacia boliviana que el Papa se haya referido al tema y, a su vez, una derrota de la chilena?
-No creo que se pueda plantear la cuestión en esos términos. En este enfrentamiento, Bolivia tiene la ventaja de contar con la figura de Morales, que es muy particular, tiene mucha legitimidad y habilidad para ocupar el papel de víctima de múltiples injusticias. Morales no tiene parangón en el actual sistema político chileno. Pero si bien él es capaz de obtener titulares, eso no significa que logre también resultados concretos.
-¿Cómo cayeron en la opinión pública boliviana las declaraciones del Papa Francisco? ¿La sensación ambiente es que es un apoyo directo a la causa boliviana?
-Cayeron bien. Fueron hechas para caer bien. Pero los bolivianos estamos acostumbrados a recibir gestos de apoyo. En Bolivia no sorprenden estos gestos.
-¿Hay posibilidad de diálogo ahora, tras el llamado que hizo el Papa?
-No habrá diálogo bilateral mientras no se resuelva lo de La Haya, ya que Bolivia espera llegar a ese diálogo con un fallo que le permita establecer mecanismos de presión sobre Chile.