La compleja situación económica ha obligado al gobierno a dar por terminadas las principales reformas comprometidas en su programa, asegurando que la “obra gruesa” ya concluyó, algo con lo que discrepan distintos sectores del oficialismo y, definitivamente, la oposición.
El 11 de marzo pasado en una actividad en el norte del país, la presidenta Michelle Bachelet sorprendió a un sector de la Nueva Mayoría dando por finalizada la “obra gruesa” del programa de su segunda administración. En la ocasión, hizo un breve resumen acerca de lo realizado hasta ahora, destacando entre otros avances la gratuidad en la educación superior, la eliminación del sistema electoral binominal; la agenda de productividad, el proyecto de elección directa de intendentes (en materia de descentralización), el proceso constituyente, la reforma laboral, la Ley Ricarte Soto y el Acuerdo de Unión Civil.
Con ello, dijo la mandataria, “la obra gruesa ya está lista; ahora tenemos que afinar las terminaciones, porque la verdad es que creo que los cambios son importantes, pero los cambios importantes son aquellos que permitan, por un lado, que todos vivamos mejor y, por otro lado, que perduren en el tiempo”.
En esa línea, los timoneles del oficialismo, particularmente las senadoras de la DC, Carolina Goic, y del PS, Isabel Allende, han defendido la línea trazada por la jefa de Estado, aunque desde sus propios partidos han surgido matices al respecto. Mientras que desde el Partido Comunista, su propio timonel, diputado Guillermo Teillier, ha sido mucho menos categórico en esta materia.
Los matices que han expresado algunos diputados oficialistas quedan en evidencia a sólo horas de que Bachelet enfrente su penúltima cuenta pública ante el país.
Materia previsional
De hecho, en el marco de la obra gruesa, Teillier expresó que “yo he dicho que faltan algunos ladrillos y en eso coincidimos. Falta Educación Superior, regionalización y tenemos el gran tema del proceso constituyente” y añadió que esperaría que ante el Congreso Pleno, la mandataria “se refiera a cuestiones sociales y aunque no estén contempladas en el programa de gobierno hay temas como en salud y previsión que debiera existir una orientación de cómo va a quedar esto de aquí en adelante”.
El jefe de la bancada de diputados DC Fuad Chahín comparte la mirada de Teillier, particularmente en materia previsional.
A su juicio, a esta obra gruesa de la que se ha hablado desde La Moneda “le falta un pilar y que probablemente no va a quedar toralmente resuelto en este gobierno, que es la reforma previsional. “Es necesario tener claridad respecto a qué va a pasar con esto. Aquí hay una gran incertidumbre, que no ayuda ni a la gobernabilidad ni a las certezas que se necesitan en materia previsional”, dijo el parlamentario.
Casa “tipo Hogar de Cristo”
Como una “frase desafortunada” ha definido el jefe de los diputados socialistas, Juan Luis Castro, aquella de que la obra gruesa está lista, pues a su juicio, “es un error decir que está terminada si estamos en la mitad del gobierno, si hay varios proyectos en desarrollo. No es una frase feliz. Pero más allá de la frase, lo que a la gente le importa es si estamos cumpliendo un programa. Falta ser más proactivos en la unidad de la NM; controlar los conflictos sociales de mejor manera y no dilatarlos; incorporar en la agenda los problemas de salud que la gente demanda”.
Desde la oposición, el timonel de la UDI, senador Hernán Larraín, señaló que lo peor de la frase es que “lo hecho realmente es un desastre y si eso es todo lo que podían hacer, en realidad estamos frente a un gobierno cuya gestión no tiene mucho más que ofrecerle al país. Y agregó que no ve una mejor disposición del gobierno y con lo que se ha visto hasta ahora “esta obra gruesa no da ni para una casa tipo Hogar de Cristo y el país necesita una construcción de un edificio sólido”.