Emprendedores exitosos explican por qué volvieron a ser empleados
Fueron y volvieron de una start-up. Ahora también arman proyectos desde cero, pero en grandes corporaciones. Y las empresas los buscan cada vez más para sus primeras líneas.
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El salto más ‘tradicional’ es pasar de una empresa a emprender. De esas historias hay miles. Pero a la inversa, cuando un emprendedor decide volver al mundo corporativo es más raro. O era, porque cada vez se está dando más y las grandes corporaciones los buscan.
“A las empresas les interesa meterse en el mundo del emprendimiento, ponerle algo de esa velocidad vertiginosa a los negocios que solo se aprende emprendiendo por uno mismo. Y con la disrupción digital necesitan estar ahí al día con lo que está pasando”, dice Felipe Lyon, co-fundador de Cumplo y hoy Chief Digital Officer de Amicar.
La historia de Lyon partió como empleado en P&G, y luego en LAN. De ahí, en 2010 dio el salto a Groupon, donde fue country manager para Chile, Puerto Rico y Colombia. “No era dueño, pero me dieron el espacio para crear y hacer cosas entretenidas, así que fue casi como emprender”, dice.
En medio de ese camino decidió armar su propia empresa y fundaron junto a Nicolas Shea, Jean Boudeguer y Guillermo Acuña, Cumplo, la fintech de entrega de créditos, de la que Lyon sigue siendo socio.
“Partimos 7 personas y logramos hacer una disrupción en el sistema financiero”, recuerda.
Luego decidió dar un paso al costado del día a día y empezó a hacer consultorías en transformación digital. Así fue como llegó a Amicar, una intermediaria que ofrece opciones de crédito automotriz personalizado.
“Desde adentro empezamos a hacer cambios en la forma de comunicarse, en hacer todos los procesos más ágiles. A mediados del año pasado partimos un piloto de teletrabajo, sin saber todo lo que vendría después”, cuenta.
“Ser emprendedor para algunos es como ser rockstar, pero la verdad es que está lleno de emprendedores que abrieron una panadería, que se reinventaron en pandemia. Si no has ido a hacer fila al SII, no eres emprendedor”, ejemplifica.
Y también habla de las bondades de ser empleado hoy. “Antes no tenía hijos, hoy sí. E igual es rico llegar a fin de mes con tu sueldo y tu estabilidad”, reconoce.
Desiree Grinspun también pasó por Groupon, pero su salto al emprendimiento vino en 2013 cuando con Daniela Lorca y Pablo Viojo fundaron Babytuto, un e-commerce especializado en productos para mamás y bebés. Hoy sigue siendo socia, pero decidió moverse hacia el mundo corporativo.
Primero estuvo en Ripley, como gerenta de marketplace entre 2018 y 2019. “Ellos buscaban una persona out of the box, y así llegué ahí. La idea era armar un proyecto de cero, así que para mí fue un emprendimiento igual”, dice. Aunque recalca que al principio, al no tener un MBA en el MIT, o ser senior en el mundo corporativo pensó que no sería considerada. Pero sí quedó.
“Los emprendedores vienen con el overol puesto a trabajar. En el mundo corporativo a veces, no en todas partes, hay mucho de ‘hay que hacer algo’, los emprendedores son los que hacen las cosas no más”, apunta.
Eso sí, agrega, cada vez más las empresas tienen claro que deben dar ese salto y atreverse a contratar gente fuera de la caja. “Para mí siempre vale más tu experiencia, lo que has hecho, si te has equivocado, más que tus títulos, que importan, pero no te marcan como persona”, afirma.
Hoy, Grispun es la gerenta corporativa del nuevo marketplace de servicios de Sodimac. “Tanto lo que hice en Ripley como en Sodimac son armar estrategias desde cero, y eso me apasiona”, cuenta la periodista.
Olivier Paccot ha emprendido varias veces. Estuvo en el origen de YX Wireless, cofundó una empresa de viajes aéreos ejecutivos. Hasta que en 2007 armó Woodtech, una innovadora tecnología que permite “escanear” el volumen de carga de camiones, y que hoy opera en varios mercados. Paccot ya no es parte de esa compañía.
Luego, el 2013 partió al MIT a hacer un posgrado. De ahí dio el salto a Amazon, donde se hizo cargo de la logística y distribución en Pensilvania. “Ahí vi que este era el futuro del mercado”, cuenta.
Después volvió a Chile y empezó una carrera como ejecutivo. Fue gerente general por tres años de Airlife, una firma chilena de purificación de aire a gran escala y que opera en varios países de la región.
Eso, hasta que lo contactó un fondo de inversión para explorar el mercado de la logística en Chile. Así fue como llegaron a Blue Express y se la compraron en 2019 al grupo Bethia y Paccot se convirtió en CEO de la firma que ya cuenta con miles de empleados y presencia en todo Chile.
“Emprender es una super buena escuela, porque tienes que hacer de todo, desde buscar financiamiento, el recurso humano, abrir una oficina, manejar la operación”, explica.
Además, y otra de las cosas por las cuales a las grandes empresas les interesa contratar ex emprendedores es, agrega, “por la velocidad con que uno trabaja y que se aprende a trabajar más allá de tu metro cuadrado”.
Y remata: “Lo que yo he querido hacer en Blue Express es ser una startup grande, más informal, con menos burocracia y que se mueva rápido”, dice.