La startup española que busca salvar la producción de cerveza del cambio climático, se inspiró en Chile
Ekonoke es una de las primeras firmas en el mundo en cultivar lúpulo hidropónico, uno de los componentes clave para la producción de la cerveza. Hoy venden sus insumos a la cervecera Estrella Galicia.
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El avance del cambio climático amenaza la supervivencia de una de las bebidas más populares en el mundo: la cerveza. Esto, porque la producción de uno de sus componentes clave, el lúpulo, conocido como “oro verde”, está en riesgo por las variaciones climáticas.
Para abordar este problema y de paso, garantizar la producción de la cerveza, en 2016 nació la startup española Ekonoke, fundada por la economista Inés Sagrario, la agrónoma Ana Sáez, y los químicos Javier Ramiro y Antonio Rojas.
Sagrario explicó que lograron producir lúpulo -la planta que define aspectos como aroma, sabor y amargor de la cerveza- a través de la hidroponía, una técnica que permite cultivos en interiores, sobre una solución de agua con nutrientes, cuyo crecimiento se optimiza por medio de sensores que controlan parámetros como la luz, humedad y temperatura.
“Hay algunas variedades de lúpulo que ya no se pueden cultivar en el exterior de forma viable, por que no resisten las variaciones extremas del clima (...) y conllevan plagas y enfermedades”
La emprendedora comentó que la startup tiene raíces chilenas. “En 2015 estuve haciendo un proyecto con Corfo en la región de O’Higgins con horticultores de la zona, y ahí me empecé a topar con las técnicas de agricultura vertical, que era evidente que era el futuro de la agricultura”.
Con esta información, Sagrario se acercó a Sáez para pensar en posibles opciones para este tipo de agricultura en España. “Empezamos a probar cultivando en invernaderos hortalizas de hoja y flores comestibles”, señaló.
Sin embargo, con el paso de los años se dieron cuenta de que el consumidor español no estaba dispuesto a pagar un mayor precio por hortalizas y lechugas producidas de forma sostenible, por lo que en 2020 y empujadas por la pandemia, comenzaron a investigar otros cultivos que pudieran desarrollarse con agricultura vertical.
Dieron con el lúpulo, “que es uno de los cultivos que hoy cuenta con un riesgo climático alto, ya que su producción depende mucho de las temperaturas y necesita de alrededor de 2.700 litros de agua por kilo”, afirmó Sagrario.
El cultivo del lúpulo hidropónico permite ahorros de 95% de agua.
Producción hidropónica
Si bien el lúpulo es una parte muy pequeña dentro de todos los componentes que se necesitan para la elaboración de la cerveza, “es esencial en el producto final. Sin lúpulo no hay cerveza”, sostuvo Sagrario.
Hoy existen más de 300 variedades diferentes de lúpulo, cada una con características organolépticas -que pueden percibir los sentidos- diferentes.
“Hay algunas que ya no se pueden cultivar en el exterior de forma comercialmente viable porque no resisten las variaciones extremas del clima tanto en invierno como en verano, lo que conlleva fenómenos como plagas y enfermedades que afectan a la planta”, comentó Sagrario.
Frente a esta situación, las grandes productoras de lúpulo, ubicadas en su mayoría en Alemania, Nueva Zelanda y Estados Unidos, han comenzado a desarrollar nuevas variedades híbridas de este cultivo que pueden resistir este fenómeno.
Pero según Sagrario, las ventajas de la producción hidropónica serían superiores, porque "permite garantizar a las cerveceras que cualquier variedad de lúpulo que utilicen, no solo va a estar a salvo, sino también, se podrá producir la cantidad que quieran, cuando quieran y con una calidad excepcional”.
El impacto de Ekonoke en la producción de lúpulo se traduce en la obtención de hasta cuatro cosechas al año -en comparación a solo una en suelo agrícola-, con una huella hídrica un 95% menor, sin pesticidas, y hasta un 50% superior que el cultivo tradicional en los niveles de aceites esenciales que le dan los aromas.
Trabajo con cerveceras
Ekonoke comercializa el lúpulo a las empresas productoras de cerveza a través de contratos que tienen una duración entre 10 a 15 años, donde “nos instalamos lo más cerca posible de las fábricas para eliminar todo el tema del transporte, que también contamina mucho”, señaló la emprendedora.
En esa línea, en 2021 la startup obtuvo un préstamo participativo para financiar la investigación del cultivo de parte de Hijos de Rivera, los dueños de la cervecera española Estrella Galicia, con quienes tienen una alianza para producir el lúpulo que utilizan en la fabricación de cerveza.
La startup hoy tiene una granja de cultivo vertical de lúpulo cerca de la cervecera gallega y un laboratorio de investigación y desarrollo en Madrid, y en 2024 espera abrir su primera planta en la ciudad de Galicia con Estrella Galicia.
Además, Ekonoke participa en un programa de aceleración en temas de sostenibilidad de la cervecera AB InBev, que cuenta con marcas como Corona, Stella Artois y Budweiser, con quienes están en conversaciones para crear alianzas.
Sagrario adelantó que entre los planes, está continuar con la investigación del lúpulo para tener una mayor producción de forma sostenible, donde uno de los puntos que esperan desarrollar a largo plazo, es ahondar en nuevos usos para el cultivo además de la cerveza.
“El lúpulo empezaron a agregarlo a la cerveza durante la Edad Media por sus propiedades antibacterianas, y con distintos estudios a lo largo de los años se ha descubierto que también tiene propiedades anticancerígenas y antioxidantes, por lo que sería interesante profundizar en el uso del lúpulo en productos cosméticos, para elaborar medicamentos o en alimentos y otras bebidas”, explicó.