El diagnóstico de la Comisión de Productividad: faltan 21.600 km de fibra óptica para dar conectividad de alta velocidad a todos los hogares
El análisis precisa que el tramo que falta por cubrir con fibra óptica -la llamada última milla- representa a cerca de 5,6 millones de personas.
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Un mapa de conectividad de fibra óptica, el que permitirá identificar el trazado de esta tecnología en Chile, georreferenciando la ubicación precisa de aquellos sectores, comunas, manzanas y hogares que no cuentan con factibilidad de la misma para conectarse a internet activó la Comisión Nacional de Evacuación y Productividad (CNEP) como parte de los avances del estudio “Productividad en el sector de telecomunicaciones”.
El análisis precisa que el tramo que falta por cubrir con fibra óptica -la llamada última milla- representa a cerca de 5,6 millones de personas. O sea, esta cantidad no cuenta con la cobertura de una de las tecnologías, que, de acuerdo a la evidencia, entrega la mayor velocidad en conexión a internet.
Y esto se da en un contexto donde el despliegue total de fibra óptica es de 62.000 km.
Dado este antecedente, explica un comunicado de la CNEP, si se quisiera conectar a los 2,2 millones de hogares del país que actualmente no cuentan con esta tecnología, haría falta 21.600 km adicionales, o sea, un número que es prácticamente cinco veces el largo del territorio nacional.
El mapa, que a partir de este lunes quedó disponible públicamente en el sitio web institucional www.cnep.cl, identifica por ejemplo que la Metropolitana, Valparaíso y Biobío son las que tienen mayores desafíos, donde faltaría cubrir una extensión de 4.200, 3.000 y 2.500 kilómetros, respectivamente.
Lo anterior implica que mientras en la Metropolitana existen 616 mil hogares sin cobertura de fibra óptica, en Valparaíso la cifra llega a 406 mil y en Biobío 226 mil.
Adicionalmente, las estimaciones de la CNEP revelan que las regiones más desprovistas de tendido, en relación al total requerido para cubrir la última milla son Magallanes (63%), Los Lagos (51%), Tarapacá (48%) y Aysén (47%).
Estos antecedentes de cobertura y acceso son parte del análisis realizado por la CNEP sobre la brecha digital que existe en el país, vista como el contraste que existe entre aquellos que usan, acceden, tienen un servicio de calidad y cobertura de fibra óptica.
Falta de recursos
El comunicado de la CNEP recuerda que la asequibilidad a internet, que se refiere a la capacidad económica que tienen las personas y comunidades para acceder a los servicios respectivos, tiene diferentes variables que la determinan. Cifras de la encuesta Casen (2017) evidencian que el 75% de los hogares cuenta con algún tipo de acceso a internet, lo que implica que cerca de 1,5 millones de ellos no contaba con ningún tipo de conexión.
O sea, uno de cada cuatro viviendas no tenía acceso pagado bajo ninguna tecnología: banda ancha fija, móvil o plan de datos. De ellos, cerca de un 65% declaró estar interesado en su contratación, siendo el costo la barrera más predominante para no hacerlo. Este impedimento se acrecienta al considerar a los hogares con menores de edad.
En esta línea, organizaciones a nivel global (Alliance for Affordable Internet y Broadband Commission), han definido como meta lograr que el acceso a Internet de banda ancha no supere el 2% del PIB per cápita de los países. El objetivo de este umbral es garantizar que el acceso a Internet sea asequible para todos, independientemente de la ubicación geográfica, nivel socioeconómico o cualquier otra barrera.
En el caso de Chile, el cumplimiento de dicho objetivo es asimétrico, ya que muestra realidades distintas en banda ancha móvil y fija. Mientras el costo del plan de datos móvil representativo es de US$ 6,99 equivalente al 0,6 % del PIB per cápita, cifra que lo sitúa en la medianía de países OCDE, en línea Reino Unido y mejor que EEUU, el costo del plan representativo de banda ancha fija, es de 2,5% del PIB per cápita (US$ 29), valor relativamente alto respecto al nivel de ingresos del país.
Chile tiene una de las conexiones fijas más costosas entre países OCDE, encontrándose en peor posición que Costa Rica (1,8 %) y México (2,4 %).
En este contexto, la CNEP sugiere la conveniencia de desarrollar de planes de financiamiento que apoyen a la población vulnerable, como la generación de subsidios a la demanda de banda ancha, medida que se ha utilizado con éxito alrededor del mundo (EEUU, Australia, España, entre otros).
Con el objetivo de aportar en dicha discusión, la CNEP estima que el costo económico anual aproximado de un subsidio universal a la banda ancha iría entre $ 290 mil millones y $ 822 mil millones, equivalentes a 0,1 % y 0,3 % del PIB, respectivamente.
“Atendido a la abultada carga fiscal que significaría implementar un subsidio como el expuesto”, dice la CNEP, se presentan también estimaciones de gastos más bajos, sobre la base de un subsidio que priorice grupos más vulnerables. En este sentido, “los recursos podrían disminuir hasta en un 95,5%, alcanzando los $ 13 mil millones, dependiendo del grupo priorizado y la tasa de participación esperada”, señala.