Cobre: inversión de China en Perú no amenazaría liderazgo productor de Chile

El alza de costos en minería y sus efectos han estado en boca de todos los actores del sector. El Consejo Minero adelantó el año pasado que un tercio del aumento potencial de la producción de cobre en Chile no sería rentable al precio de largo plazo. No es un dato menor si se tiene en cuenta, además, la entrada de nuevos productores al mercado y la relevancia que están adquiriendo los principales competidores de Chile, en especial de Perú.

El Ministerio de Economía del país vecino aseguró el mes pasado que su objetivo en esta materia es recuperar el segundo puesto de productor mundial del commodity en 2014, desbancando a China que ahora ocupa este lugar.

Además, hay otro factor preponderante: en un momento en el que el gigante asiático ha salido a invertir por todo el mundo, Perú se ha asentado como destino predilecto para las inversiones chinas en esta materia. De hecho, entre 2005 y 2013 las inversiones en cobre de la segunda economía del mundo alcanzaron en Perú los US$ 6.090 millones frente a los US$ 550 millones que llegaron a Chile en 2005, según datos de The American Enterprise Institute and The Heritage Foundation.

¿Qué efectos podría tener esta pérdida de inversiones chinas? Los expertos advierten que estas cifras reflejan la grave pérdida de competitividad del país, aunque aseguran que Perú no desbancará a Chile como productor de cobre.

Así, se prevé que en 2020 los dos países de la región producirán el 65% del total del nuevo suministro mundial: Perú contribuirá con el 27% y mantendrá una cartera de proyectos mineros de US$ 59.582 millones para los próximos seis años. Mientras Chile sumará 2,2 millones de toneladas para ese entonces, lo que equivale al 31% de nueva capacidad y su cartera de proyectos será de US$112.000 millones en ocho años, según datos de Bloomberg y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Con todo, se abre la duda de cómo la industria chilena lidiará con este "empoderamiento" de la minería peruana. El economista de la Universidad de Chile, Eugenio Figueroa, asegura que "estas cifras envían una señal de preocupación seria de la competitividad que el país tiene en el futuro en la región".

Pedro Lyon, abogado especializado en derecho minero de GuerreroOlivos, explica que para delante Chile podría igualar las condiciones favorables de Perú, pero rescata la importancia de captar las inversiones desde el principio. "Esta situación amenaza sobre todo la relación que Chile pueda tener con la que va a ser la economía número uno, con todo lo que eso implica. A mediano plazo puede generar que no haya ninguna inversión china importante", advierte.

A pesar de esta previsión, asegura que como país "tenemos que apostar también a una segunda generación de inversionistas chinos" para no debilitar las relaciones ante un país con una cultura de negocios basada en la confianza y el conocimiento mutuo.

En esa misma línea Figueroa cree que aunque no sea una amenaza grave, en una primera instancia Chile deberá solucionar varios factores que podrían repercutir en desmedro de la inversión.

"Si Chile no logra revertir la tendencia en el alza de precios, solucionar el problema de cuello de botella de energía, que es un tema de incapacidad del sector político de todos los gobiernos, y no se toman medidas para controlar las alzas de salarios en los sectores clave de la economía se podría convertir en una amenaza seria en el mediano y largo plazo en el que Chile vaya perdiendo sus capacidades de atraer IED", mantiene.

Detrás de este interés en los proyectos cupríferos en Perú se esconden múltiples razones. Entre ellas, que cuenta con una cartera de proyectos en etapas avanzadas y disponibles para adquisición, a diferencia de otros distritos mineros, y es ese perfil de proyecto el que están buscando los inversionistas chinos, en opinión de Juan Carlos Guajardo, Director Ejecutivo del Centro de Estudios del Cobre y la Minería (Cesco), que asegura que "desde un punto de vista estratégico y geopolítico sería recomendable tener alguna presencia china".

Asimismo, influye el tamaño más grande de las inversiones en Perú frente a las de Chile, donde cuesta encontrar los activos grandes que los inversores chinos buscan. Es el caso de Toromocho dice Federico Tabja, managing director de One Key Ventures y ex agregado comercial de Chile en Shanghai, en alusión al proyecto que la empresa Chinalco acaba de terminar de construir en Perú y que producirá 123.984 toneladas métricas de cobre contenido y 1.753 de óxido de molibdeno este año.

"Los niveles de inversión de esa índole son de empresas chinas estatales. En el caso de Chile se han dado inversiones más privadas", cuenta. Pero además, explica que "los proyectos en los que están invirtiendo los chinos tienen muy buena ley y en Chile no han podido encontrar proyectos que se ajusten a este requerimiento por el mayor avance en el sistema regulatorio que existe".

Según Silvia Seperack, directora De la Oficina Comercial de Perú, las razones más contundentes para atraer estos nuevos capitales chinos radican en las políticas para promover la inversión extranjera por el gobierno. "En el caso de China se está trabajando desde hace muchísimos años para tener más inversión de China y de otros generando las mismas condiciones para inversionistas locales como extranjeros", comenta al respecto. "En la actualidad existen por lo menos 15 proyectos que se están promoviendo en la minería muy importante en montos, así que esperamos que esa inversión siga creciendo", dice.

Pese a este avance que ha recorrido la inversión minera de China en Perú, con US$ 7.180 millones en los últimos nueve años, los montos son aún escasos en Sudamérica. Matías Mori, socio de AVL Abogados, anota un punto de optimismo ante estas señales claras de pérdida de competitividad en el rubro, que los factores, como el consenso energético, pueden ser aún revertidos.