Del reciclaje al rediseño de industrias, el nuevo paso de la Economía Circular en Chile
Expertos locales e internacionales aseguran que los sectores textil y de envases podrían ser las nuevas áreas que se sumen al modelo. Esto, además, generaría nuevos puestos de trabajo.
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Hace años que las medidas contra el cambio climático y la preocupación por la sustentabilidad dejaron de ser acciones de buena fe, para convertirse en un nuevo modelo económico: el de Economía Circular (EC). El concepto basado en la optimización del uso de los recursos no sólo se ha instalado con fuerza en Europa, sino que también en Chile, dejando a la vista nuevas oportunidades y desafíos para la industria local.
Sumar a nuevos sectores y materiales a este modelo y repensar las industrias considerando un crecimiento económico saludable y a largo plazo, son las oportunidades que se abren. Al menos así lo plantea William McDonough, arquitecto reconocido como padre del concepto, por su aporte al desarrollo sostenible y por ser catalogado como “Héroe del Planeta” por la Revista Time.
“Necesitamos mirar la sustentabilidad con una visión propositiva para crear nuevos indicadores regenerativos, tanto ecológicos como económicos. En Chile se ven cambios importantes, que van en la dirección correcta, en cuanto a la protección del medio y la conservación de los recursos”, comentó el especialista en su paso por Chile. Tras haberse reunido con personeros de gobierno, el presidente Sebastián Piñera y también con ejecutivos de I+D en el Centro de Innovación UC Anacleto Angelini, destacó los avances en términos estatales y privados en el país e hizo un llamado a las empresas. “Debemos tomar una decisión y plantearnos qué queremos. Si ser menos malos o ser buenos”, expuso.
Nuevos retos
Similar opinión tienen los líderes de este modelo económico en el país, quienes aseguran que ya instalado el concepto de EC, es necesario abordar nuevos retos que impliquen la participación de otras industrias y también de los consumidores.
“En el país se han dado los pasos correctos, está bien internalizada una Ley Rep en el sector de consumo y productivo. Hoy lo que nos toca ver es cómo eso va a llegar a los consumidores y ciudadanos, cómo se va a integrar en las cadenas de valor y cómo se van a desarrollar esos reglamentos”, comenta Gonzalo Muñoz, CEO de TriCiclos.
Añade que estos últimos deberían ser, din duda, en términos factibles, es decir, no poner metas poco realistas y tampoco establecer una medida de reciclaje única para todos los materiales y empresas. “Establecer un número único sería un error garrafal”, enfatiza y añade que en Chile el potencial es alto considerando la buena internalización de la Ley Rep y la tasa de empresas B per cápita, aspecto que también se ha conseguido con impulsos de programas estatales, como Star-Up Chile, de Corfo.
“El gobierno está en una muy buena posición para promover cosas, y lo mejor de la idea de responsabilidad extendida al productor es que cambia el esquema y amplía las oportunidades. Lo que el gobierno en realidad está haciendo es darle oportunidades de innovar, algo que no es un castigo ni una limitación, es un premio”, comenta McDonough.
Considerando el liderazgo en la materia a nivel regional, en Chile es necesario dar nuevos pasos, en eso coinciden ambos y el CEO de Neptuno Pumps, Petar Ostojic.
Aunque el reciclaje ha sido una buena forma de concientización y para enseñar, no es el objetivo. Hay que pasar a una etapa superior de EC sumando nuevos productos e insumos a la Ley REP y también a otras industrias, advierte.
“Ya están preparados la industria minera, maderera, de envases y textil. Aunque hoy el retail ha empujando el tema del reciclaje y la reutilización textil, se debe dar un paso más allá y usar estos materiales para poder agregar valor a nivel local, aprovechar esa materia prima para hacer diseño y manufactura made in Chile”, comenta el ejecutivo. Destaca, además, la importancia de crear una industria nacional que sea 100% trazable en base a EC, porque de lo contrario, la huella de carbono sólo aumentaría.
¿Impuestos o incentivos?
Pero, ¿cómo hacerlo? Tanto impuestos como incentivos han sido parte del debate. En esta materia, Ostojic destaca que aunque la innovación siempre está por sobre los estímulos, estos últimos serían convenientes para acelerar el proceso.
“Implementar, por ejemplo, una reducción de hasta 5% de impuesto al comprar un producto chileno, cuyo ciclo de vida se cierra con fabricantes y servicio local, parece una buena idea, más que nada un gesto”, asegura.
Muñoz, por su parte, afirma que el mercado tiene la capacidad para poner los incentivos correctos y en eso se puede seguir explorando.
“No hay nada más poderoso que cuando un comprador dice ‘yo quiero’, hay una lógica que se puede extrapolar a las grandes compañías, que pueden decir y exigir ‘este es mi estándar y es lo que quiero de ustedes”.