Baja digitalización de PYME chilenas limita la productividad del país

Desde el 18 de octubre de este año hasta la fecha, 14.823 Pequeñas y Medianas Empresas (PYME) se han visto afectadas por las consecuencias del estallido social, según cifras del segundo catastro realizado por el Ministerio de Economía.

El director de la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), Marcos Rivas, afirma que "la situación actual de crisis en el país puso de manifiesto la necesidad de buscar alternativas para seguir vendiendo". Y al buscar en caminos alternativos, expertos aseguran que las PYME debiesen poner el foco en la digitalización.

La presidenta ejecutiva de Mujeres del Pacífico, Fernanda Vicente, explica que las micro, pequeñas y medianas empresas que han podido seguir operando, lo han hecho porque "se fueron a digital". Sin embargo, esto no es lo más común en estas firmas.

La Encuesta Longitudinal de Empresas del Ministerio de Economía de 2018, revela que un 24, 5% de las empresas que utiliza Internet realiza comercio electrónico (ya sea compras o ventas), cifra que se eleva a 36,9% en las grandes, a 32,2% en las medianas, 26,4 % en las pequeñas y 20% en las microempresas.

La misma medición da cuenta de que el 34,8 % de las firmas que usa Internet dispone de sitio web, porcentaje que en el caso de las medianas alcanza el 62,8%, pequeñas 42,3% y las microempresas, 29,7%. Y respecto de la presencia en redes sociales, una de cada cuatro lo está, tanto micro, pequeña y mediana empresa.

Esto, en la experiencia de Vicente, constituye un problema porque las firmas "no piensan digitalmente". Explica que cuando las empresas aumentan su tamaño, incorporan tecnologías como software de gestión, pero para facilitar el trabajo. En su opinión, "las PYME no tienen idea de cómo transformar sus canales hacia mercados digitales".

Riesgo de mercado

La baja digitalización de las PYME va en línea contraria con las tendencias del comercio en general. Según el Índice de ventas del comercio del mismo año de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), el comercio electrónico creció 39,4% en 2018, cifra ampliamente superior al 0,29% que aumentó el comercio tradicional en el mismo período.

Para Marcos Rivas, la situación actual de las PYME en digitalización es grave, pues las firmas se arriesgan a quedar fuera del mercado. Explica que hay un creciente interés por parte de los consumidores por recibir productos y servicios sin desplazarse, por ejemplo, comida.

"La gente está ahora en Internet, por lo tanto, hay que estar en su mundo, con publicidad y entrega acordes a sus intereses", afirma Rivas, que plantea que quienes no puedan conectarse a las plataformas de las grandes empresas, tampoco podrán venderles, por lo que la digitalización se vuelve relevante en ese aspecto también.

El director del Centro de Economía Digital de la Cámara de Comercio de Santiago, George Lever, explica que de acuerdo al Índice de Transformación Digital CCS-PMG, la PYME chilena se encuentra a un tercio del camino de la transformación digital y más de 10 puntos por debajo de la gran empresa. Los retrasos más evidentes se identifican en liderazgo digital y visión, y también en estrategia digital.

Señala también que el 31% de las PYME chilenas son clasificadas como analógicas de acuerdo al índice, y el 35% como principiantes digitales. Por su parte, las grandes empresas se ubican, en su mayoría, entre intermedios y avanzados digitales.

Lever asegura que "el principal impacto económico para el país es la pérdida de competitividad que esto genera, lo que lesiona los niveles de productividad, limitando seriamente la capacidad de crecimiento". Afirma que "una mejoría en los índices de transformación digital de las PYME se traduciría en un significativo aumento de la productividad total de factores de la economía y elevaría el crecimiento potencial".

La directora ejecutiva de Kodea, Mónica Retamal, advierte que el riesgo de no digitalizarse no es sólo quedar desconectado, sino también desaparecer. Afirma que en diez años, el 40% de los negocios va a morir producto de la disrupción digital, y coincide con Rivas al decir que "los usuarios van a elegir el servicio que mejor les resuelva sus problemáticas, y los usuarios ya están en digital. Son los negocios los que están en analógico".

Retamal dice que para que las PYME sobrevivan en el escenario actual, deben replantear sus modelos de negocios, cambiando de paradigma hacia lo digital. Un replanteamiento va más allá de introducir tecnologías en el modelo vigente, pues hay múltiples software desarrollados que pueden utilizarse.

Vicente dice que el camino es entregarle a las PYME herramientas de fácil acceso, que no sean sofisticadas, de bajo costo y libres de uso. " Hay que partir de a poco, primero vendiendo por redes sociales y armando esta cadena de distribución", afirma.