Electoral Death Match: El juego de campeonatos electorales que seduce a los políticos
La cuenta de Twitter tiene 20.161 seguidores y en el último torneo, que ganó el ministro de Hacienda Ignacio Briones, llegaron a los 150 mil votos.
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La idea nació en Londres, donde en 2015 los amigos y cientistas políticos Kenneth Bunker y Cristóbal Bellolio terminaban sus doctorados, recuerda el primero desde su residencia en Italia.
Fue su afición por el fútbol la que los llevó a crear una plataforma en Twitter, siguiendo el diseño del juego Fútbol Fantasy, que por esos días ya contaba con cientos de seguidores en Europa, pero sustituyendo a los jugadores por políticos.
En diciembre de ese año se concretó el primer campeonato, en el que se coronó campeón Sebastián Piñera, seguido por Ricardo Lagos Escobar; mientras que en el más reciente se impuso el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, dejando atrás al mediático exfiscal Carlos Gajardo.
basados en los campeonatos de fútbol.
Aunque 2015 no era un año electoral, el juego comenzó rápidamente a captar adeptos y entró al radar de los políticos, que vieron en la iniciativa una forma de mostrarse sin tener que hacer campaña y una herramienta novedosa para darse a conocer entre quienes no se han hecho un nombre, explica Bunker.
La plataforma tiene 20.161 seguidores –entre 12 y 15 mil participan activamente-, los que van aumentando cada día. En el último campeonato votaron 150 mil personas.
El sistema es similar al de un campeonato de fútbol. Para la primera fase se eligen 32 candidatos que se enfrentan en 16 llaves; en los octavos de final, los 16 ganadores se enfrentan entre ellos y ocho pasan a los cuartos de final y los cuatro ganadores pasarán a la semifinal, los dos que se impongan en esta fase se disputarán la final y uno de ellos se quedará con el título de candidato presidencial. Esto habiendo pasado por una etapa previa de clasificación.
Aunque el juego ha resultado tener un cierto grado predictivo, sus creadores advierten que no es ni aspira a ser una encuesta o cumplir ese rol. "Lo que pretende es interpretar ciertas preferencias y tendencias subterráneas en la opinión pública, que se presentan porque las barreras de entrada son más bajas que para aparecer en una encuesta", aclara Bellolio. Por lo mismo, agrega Bunker, el juego se ha vuelto "importante para los políticos, sobre todo para los candidatos más desconocidos, porque les sirve mucho para mostrarse".
El siguiente paso
Esas tendencias subterráneas se adelantaron a la candidatura de Alejandro Guillier –ganó tres veces seguidas en 2016-; a la explosiva aparición de Beatriz Sánchez –quien ganó en marzo de 2017- y podría hacer lo propio con el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, quien se coronó campeón un par de semanas en el último torneo.
El perfil de los participantes en el juego es de "gente a la que le interesa la discusión política, es un público más ilustrado en ese ámbito", señala Bellolio.
Entre sus seguidores es recurrente encontrar políticos, como los diputados Marcelo Díaz (PS) y Matías Walker (DC) o el presidente de la DC (Fuad Chahín); analistas políticos, asesores de gobierno y parlamentarios. Y los candidatos surgen identificando figuras que se destacan "en una especie de preterreno, vemos qué personajes surgen de determinados contextos", explica Bunker, que no descarta que en el próximo campeonato aparezcan algunos alcaldes o Izkia Siches, la presidenta del Colegio Médico, por la visibilidad que han tenido en la actual contingencia.
El éxito del juego ha traído aparejado algunos problemas, como tener que enfrentar candidatos que han tratado de inflar su votación a través de cuentas falsas. Para evitar eso, los creadores de Electoral Death Match aspiran a profesionalizar el juego, convirtiéndolo en una aplicación. Para ello, dice Bellolio, esperan encontrar un inversionista, un mecenas o un auspiciador.