Crece la preocupación en los mercados luego de que el rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos a diez años superara este martes la barrera del 3,0% por primera vez en cuatro años, en medio de expectativas sobre un mayor repunte de la inflación.
Este instrumento es un referencial para la renta fija en todo el mundo, y su subida seguramente presagia un alza en los costos de financiamiento tanto para las empresas como para los consumidores.
Pero además reduce el atractivo de las inversiones en acciones, lo que podría augurar una ola vendedora como la que se vio en febrero, y aumenta también las expectativas de un mayor endurecimiento de la política monetaria a nivel global.
Concretamente, el rendimiento de la deuda pública estadounidense llegó este martes a 3,0014%, un nivel que no se había visto desde enero de 2014, presionado por el aumento de la oferta, a medida que el gobierno de EEUU aumenta su emisión para financiar la brecha fiscal, tras anunciar un plan de recorte de impuestos.
La Oficina de Presupuesto proyecta ahora que el déficit fiscal va a superar la barrera del US$ 1 billón (millón de millones) en 2020, dos años antes de lo que se estimaba previamente.
Ayer, el diferencial entre el bono soberano estadounidense y el alemán alcanzó niveles máximos en 29 años, elevando la demanda por dólares alrededor del globo.
En el balance de 2018, el rendimiento del bono a diez años ha subido 25%, mientras que la rentabilidad del bono a dos años llegó a 2,5%, un máximo desde septiembre de 2008.
El analista de London Capital Group, Jasper Lawler, dijo que los rendimientos de los bonos de corto plazo suben porque anticipan "más alzas de tasas por parte de la Fed y el final de los estímulos monetarios de otros bancos centrales".
En esa línea, las crecientes expectativas sobre la inflación en EEUU provocan que los rendimientos a más largo plazo sigan el ejemplo. "Eso es bueno", argumenta Lawler, porque "los rendimientos a más largo plazo en realidad necesitan subir para evitar que la curva de rendimiento se invierta".
Pero esto no se quedará así. JPMorgan aún estima que los bonos a diez años terminarán el año en 3,15%, el mismo promedio proyectado por 56 analistas entrevistados por la agencia Bloomberg.