La reforma de pensiones está cada vez más cerca de convertirse en ley.
Si bien la reforma logró avanzar tras un acuerdo entre el Gobierno y Chile Vamos -que tiene mayoría en la comisión de Trabajo del Senado-, el consenso no logró convencer a todos y se produjeron descuelges en la centro derecha.
De los siete votos en contra, uno correspondió al senador Rojo Edwards del Partido Social Cristiano y otro a la senadora Carmen Gloria Aravena, de Republicanos.
En tanto, cinco fueron de Chile Vamos: un UDI (José Miguel Durana) y cuatro de la bancada RN- independientes. En la bancada de Renovación Nacional rechazaron la reforma los senadores María José Gatica (RN), Alejandro Kusanovic (independiente RN), Carlos Kuschel (RN) y Kenneth Pugh (independiente RN).
Cuestionamientos de los parlamentarios
Durante su intervención en el pleno, la senadora Gatica, electa por la región de Los Ríos, aseguró que "no hay duda de que es urgente mejorar las pensiones en Chile. Eso hoy no está en discusión, pero estamos frente a un gobierno que no sabe hacer cálculos de políticas públicas".
En detalle, expresó: "Los mismos creadores del gas a precio justo, nos dicen firmemos aquí. Al menos a mí me cuesta votar algo que a todas luces no se ha revisado con el tiempo que se necesita y con el estudio que amerita".
La parlamentaria expresó su descontento con el consenso al que se llegó. "Este es un acuerdo que algunos de mi sector acordaron con el Gobierno. Los acuerdos primero deben partir por casa. Yo milito en un partido cuyo consejo general dijo claramente: el 6% a capitalización individual y no a la licitación de stock", criticó.
Por su parte, para el senador Alejandro Kusanovic manifestó que "este proyecto no solo perpetúa las fallas históricas del sistema, sino que además es un error del cual los chilenos somos todos responsables". Así, añadió que "transferiremos esta responsabilidad de las malas decisiones políticas directamente al bolsillo de los trabajadores".
Kusanovic remató: "Este proyecto es una mala reforma y no estoy dispuesto a ser cómplice de ella".
En tanto, desde el Partido Social Cristiano, el senador Rojo Edwards -quien había participado en varias de las sesiones de la comisión de Trabajo del Senado a pesar de no ser integrante de dicha instancia-, fundamentó su voto en contra basado en distintos argumentos, dentro de los cuales uno de los que más mencionó fue el préstamo.
El parlamentario anticipó que "quiero salir de la caricatura de que todo es malo, hay cosas que se valoran, como la cotización adicional del 4,5 para capitalización individual, la profundización para el mercado financiero, el bono tabla, la PGU, el seguro antilagunas, la licitación de carteras que trae más competencia en la industria, el hecho de tener acuerdo". Sin embargo, enumeró una serie de riesgos que ve en la iniciativa.
"Este acuerdo no cierra el tema previsional. Yo creo que al revés, lo abre de par en par", manifestó el parlamentario. Así, expresó que se le abre la puerta al reparto, se relativiza la propuedad de los ahorros previsionales y el Estado se agiganta. "Este proyecto puede terminar en un manotazo al bolsillo de los trabajadores", cuestionó. Respecto al préstamo, lo calificó como "uno de los problemas mayores" y señaló que no va a ser transitorio. "Las presiones políticas rápidamente lo transformarán en permanente", planteó.