Tras positivo primer bimestre, mejora ánimo de inversionistas y su apetito por riesgo
principales indicadores bursátiles del mundo acumulan en 2012 alzas en torno al 10%.
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POR I. ROJAS, F. GARCÍA Y
E. ROBLEDO
Luego de dejar atrás un año de negativos resultados bursátiles a nivel global, los dos primeros meses de 2012 han comenzado a contar una historia -hasta ahora- muy distinta para los inversionistas.
Las positivas cifras de crecimiento en EEUU y el renovado sentimiento de optimismo en consumidores e inversionistas, sumado a las facilidades de liquidez permanente para la banca europea, han impulsado alzas en torno al 10% en los principales mercados financieros del mundo, siendo Brasil el caso más notorio con un rendimiento de 16,4% en lo que va del año.
Así las cosas, analistas del mercado observan una gradual migración hacia activos de mayor riesgo y un abandono de posiciones más defensivas como los bonos soberanos, dando paso a un nuevo apetito por riesgo.
“Los activos de riesgo tienen valoraciones muy bajas, por lo tanto, cualquier cambio en el sentimiento lleva a que se estén recuperando estos activos de forma importante”, explica el director de estrategia de IMTrust, Matías Braun.
En este sentido, la evaluación del economista de lo ocurrido durante el primer bimestre del año es que “la incertidumbre ha bajado bastante y los escenarios catastróficos han reducido su probabilidad de forma también muy importante”.
Se trata de una evolución con respecto a los números de fines del 2011, que se reflejan, entre otras cosas, en alzas de las monedas emergentes (incluído el peso chileno) y caídas en las tasas de los bonos soberanos europeos.
La mejora en el panorama de inversiones, sin embargo, continúa evidenciando mejores perspectivas en los mercados emergentes, debido en parte a su brusca caída bursátil durante el segundo semestre de 2011, en comparación a EEUU, que salvó de terminar el año en negativo.
Los emergentes
Según el gerente de inversiones internacionales de LarrainVial AGF, Sebastián Rodas, el mundo emergente tiene en estos momentos un mayor potencial al considerar los “sólidos fundamentos que presentan”. Entre ellos, señala Rodas, está “el bajo nivel de deuda, el alto nivel de ahorro, la tendencia demográfica que mantendrá la eficiencia y el importante empuje en el consumo y niveles de inflación muy controlados”.
Asimismo, el experto de LarrainVial asegura que es necesario ser selectivo y apunta a los BRIC (Brasil, Rusia, India y China) como los países más atractivos para invertir en el largo plazo.
Los ETF más interesantes
En este momento, los ETF con mayores atractivos para incorporar en la cartera de inversiones son de empresas de alta capitalización en países desarrollados y de mercados seleccionados como China. Así lo sostiene el jefe de ETF iShares, Miguel Ángel Zapatero, para quien las compañías globales de energía son las más interesantes si se analiza por rubros. El experto comenta que esto se debe a su buena oportunidad entre valorizaciones y a un elemento de cobertura ante la situación en Oriente Medio, ya sea que ello se implemente con índices sectoriales globales como el S&P Global Energy (IXC) o mediante países con alta exposición a dicho sector, como Rusia (ERUS) o Noruega (ENOR). Respecto a las acciones de empresas que presentan un alto dividendo, no todos los sectores son apropiados, comenta Zapatero.
Índice VIX con clara tendencia a la baja
Para el gerente general de Banmerchant Capital, Nicolás Bravo, el índice VIX, que sirve como indicador de volatilidad de los mercados, está mostrando una clara tendencia a la baja, lo que se podría traducir en un quiebre de la barrera de los 15,5 puntos. Así, no se descarta que pudiera llegar a 14,2 unidades, nivel anterior al inicio de la crisis de Grecia y en sintonía con la fase económica mundial expansiva del mundo de 2007.
Bravo sostiene que para ingresar al VIX como oportunidad de inversión, “se deben esperar niveles relevantes, ya sea por un alza en la inestabilidad de los mercados o la baja por menor incertidumbre en la economía mundial”.
Con todo, advierte que “existe un riesgo implícito en instrumentos que de por sí tienen volatilidad y debe ser considerados siempre como una alternativa menor dentro de un portfolio”.