Franco De Nigris, director de capital de deuda para Latinoamérica y el Caribe de Scotiabank, conoce al dedillo el mercado de bonos de la región y en especial el chileno. Y es que la entidad ha estado a cargo de una serie de emisiones en el extranjero de compañías locales. "El año pasado estuvimos con AES Gener, lideramos la transacción de Cencosud por US$ 1.000 millones", señala, además de emisiones de Guacolda, Transelec y Colbún, entre otros.
"No se va a volver a los números de 2014, ese fue un año record en que los niveles de emisión de Chile llegaron a los US$ 14.000 millones", indica categórico. Sin embargo, para él dicho fenómeno no es algo negativo.
- ¿Cómo evalúa la caída en las emisiones?
- Es bueno que no se hayan visto emisiones, desde el punto de vista que las necesidades de financiamiento han sido cubiertas por las compañías. Quizás para la industria de servicios financieros se analiza desde otra perspectiva, pero en términos del mercado le da una cierta pausa.
- ¿Qué ha pasado con la demanda?
- Esos inversionistas nuevos que aparecieron en 2014 hoy ya no están. Los que quedan se enfocan 100% en emergentes y con una creciente influencia regional, y especialmente chilenos.
- ¿Cómo ha influido eso en el desempeño de los bonos chilenos?
- En general los bonos chilenos se han mantenido estables. Este es uno de los mercados más sólidos en términos de los niveles de trading porque hay mucha demanda local, y esa demanda muchas veces tiende a "swapearse" a pesos. Eso permite que los bonos que sí están en el mercado sean muy cotizados.
No es lo mismo en el caso de otros bonos donde la distribución del bono depende mucho de los inversionistas internacionales.
- Es decir, ¿los bonos en otros países de la región han sido más volátiles?
-En general sí. Se logró ver un leve empeoramiento en los spreads, pero a partir de marzo de este año la situación se estabilizó y han venido mejorando continuamente, para la región en general y específicamente para Chile.
- ¿Dentro de los corporativos se puede analizar por sector?
- El mercado en general en Latinoamérica es demasiado pulverizado, por lo que es difícil hacer esas divisiones. Pero, igual se empieza a ver más selectividad de parte de los inversionistas, por ejemplo a nivel de empresas participantes de la industria de la electricidad, transmisión, generación y distribución.
- ¿Y qué pasa con los bonos de instituciones financieras?
- Ahí tenemos bancos y no bancos. En el caso de los bancos, en Chile está por empezar a adoptarse Basilea III, que va a llevar cambios en la forma en cómo se fondean los bancos. En otros países ya se ha hecho, como es el caso de México.
- ¿Cómo ha sido el desempeño de los bonos bancarios?
-Se han mantenido estables. Aparte, tampoco ha habido muchos. Los emisores bancarios chilenos han sido muy sofisticados en sus estrategias de fondeo abriendo puertas en mercados no tradicionales.
- ¿Ve un aumento a futuro?
- Puede haber una nueva oleada de financiamiento precisamente por las nuevas regulaciones.
- ¿Los bancos superarán en emisiones a las empresas?
- Creo que podría haber un incremento en el monto de emisión y podrían llegar a suplantar la oferta que hubo en su minuto de bonos corporativos. Pero aún el regulador tiene que pronunciarse respecto de cuáles serían las políticas o guías de cómo debiera estar establecida la deuda.
- ¿Cuál otro mercado están mirando?
- Argentina está siendo un elemento significativo en el punto de vista de los volúmenes. Emitieron US$ 16,5 mil millones después de no estar en el mercado 15 años. Una cantidad de corporativos está empezando a emitir bonos, las provincias, municipalidades probablemente van a emitir. Gran parte de la oferta de este año va a ser de Argentina y hay que ver hasta dónde está el mercado dispuesto a tomar esas inversiones.