162 M&A se registraron durante 2019, en medio de los aranceles del primer gobierno de Trump.
En las últimas semanas, la incertidumbre se tomó los mercados, ante el alza de aranceles a distintas economías del mundo por parte de la segunda administración de Donald Trump en la Casa Blanca.
En este escenario, las operaciones de fusiones y adquisiciones o M&A (según sus siglas en inglés) se habrían puesto en pausa en un entorno cada vez más desafiante, señalaron reportes de firmas como Oppenheimer y KPMG Canadá.
Revisar la historia
En Chile, sin embargo, los analistas se muestran optimistas. Para el socio líder de M&A de Deloitte, José Campos, la clave está en revisar la historia.
En detalle, los aranceles del primer Gobierno de Trump (2017 -2021) se dirigieron al acero, automóviles, maquinaria y combustible proveniente de China, y los vinos, quesos y aeronaves originarios de la Unión Europea.
En aquel contexto, en Chile “no tuvo un impacto relevante en el número de transacciones publicadas; por el contrario, existió un leve aumento de operaciones, lo que podría interpretarse como una oportunidad para los mercados emergentes que no fueron castigados por estos tributos”, destacó.
De hecho, excluyendo los años de pandemia, en 2017 se registraron 125 transacciones, mientras que en 2019 alcanzaron las 162 operaciones.
“Podemos anticipar que existen oportunidades de mercado que podrían impulsar el M&A en Chile y la región”, con “nuevos actores más competitivos, consolidación de negocios, hasta reubicación de operaciones en nuevos mercados con menores riesgos”, precisó.
Aprovechar contexto hostil
PwC, en tanto, ve a Chile como un destino estratégico. “Las tensiones comerciales y los aranceles están impulsando la reconfiguración de cadenas de suministro, la diversificación de mercados y la consolidación en sectores clave del país como son la minería, la agroindustria o la manufactura, que dependen de materias primas importadas y de la estabilidad en mercados a nivel internacional”, destacó el senior manager de asesoría en financiamiento estructurado de la firma, Carlos de Les.
Además, valoró la presencia del TPP 11 y la profundidad del mercado de capitales chileno, como condiciones con las que el país se muestra “preparado para aprovechar un contexto preliminarmente hostil en materia comercial, en un catalizador de crecimiento”.
Estas dinámicas ya estarían impulsando sinergias en el sector energético, que busca aprovecharse de innovaciones tecnológicas y nuevos negocios relacionados con el aprovisionamiento energético.
Mientras que sectores como el agroindustrial se podrían ver beneficiados ante una menor competencia extranjera en mercados como EEUU, “incentivando la consolidación de empresas exportadoras vitivinícolas o frutícolas”, concluyó.