La semana no comenzó de la mejor manera para el mundo financiero. La tensión geopolítica en Medio Oriente se encuentra al rojo vivo. Luego de los ataques que ocurrieron el fin de semana en las refinerías de Aramco en Arabia Saudita, que produjo un impacto al 5% de la producción del petróleo a nivel mundial, revivió aún más la tensión entre Estados Unidos e Irán, luego de que Trump culpara al país islámico de estar detrás de la agresión a uno de sus principales aliados en la región.
Cabe recordar que la ofensiva contra las operaciones Aramco se producen luego que la compañía se encontraba en planes para concretar su debut en bolsa, que según los analistas iba a ser una de las más grandes de la historia.
Al mal escenario se suma que China publicó sus datos de producción industrial, indicador que si bien subió un 4,4% en agosto, anotó su crecimiento más lento en casi dos décadas. Con este dato, todo apunta a un frenazo de la economía del gigante asiático.
Todo indica que un menor dinamismo de la economía china llegó para quedarse. El primer ministro de China, Li Keqiang, señaló el fin de semana que para su país "mantener un crecimiento del 6% o más, es muy difícil en el contexto actual de una situación internacional complicada".
Esto ha hecho que los agentes del mercado se olviden completamente de las altas expectativas que existen en que la Reserva Federal de EEUU reduzca su tasa de interés.
Las bolsas en Asia cerraron con números mixtos. El Hang Seng de Hong Kong terminó cayendo 0,83% y lo siguió el CSI 300 de China continental retrocediendo un 0,37%. El Nikkei de Tokio se salvó y subió un 1,05%.
Mientras tanto, en Europa los números rojos son la tónica del día. Si bien la jornada bursátil partió con pérdidas pronunciadas, durante el día han moderado. El Ibex de Madrid cae un 0,55%, el CAC 40 de Francia pierde un 0,50% y el Euro Stoxx se desploma un 0,55%. Las pérdidas continúan en el Viejo Contienen. El DAX de Alemania con un 0,43% y el FTSE de Reino Unido lo hace con un 0,28%.
El panorama se repite cruzando el Atlántico en Wall Street. El Dow Jones cae un 0,36% y se acerca a los 27.100 puntos. El S&P 500 retrocede un 0,23% y el Nasdaq de forma más contenida baja un 0,14%.
Estos números ponen al vilo la racha de ocho días con números verdes en el Dow Jones, así como también están en peligro las tres semanas con ganancias consecutivas para el Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq.
A nivel local, todo parece apuntar que el IPSA mantiene con esfuerzos su piso de los 5.000 puntos, subiendo levemente el indicador un 0,02%. Latam es la acción que está perjudicando el performance de la bolsa que se ha desplomado un 2,86% en lo que va del día.
El telón de fondo ha producido que los inversionistas se vuelquen nuevamente al oro y a la plata. De acuerdo a información de Bloomberg, el lingote del metal dorado llegó a subir un 1,6% a US$ 1.512,14 la onza, mientras que la plata llegó a avanzar un 3,2% a US$ 17,9938 la onza.
En los últimos días las tenencias de los lingotes en fondos negociados en bolsa se habían reducido ante las señales de las relaciones entre Beijing y Washington estaban empezando a descongelarse. Las posiciones disminuyeron en 17,2 toneladas la semana pasada, la mayor pérdida semanal en tonelaje desde el 1 de marzo, pero aún se encuentran cerca del nivel más alto desde 2013.
Bloomberg consigna que el analista sénior de mercado de Oanda Corp, Jeffrey Halley, proyecta que "una escalada continua de tensiones, un paso hacia hostilidades directas en Oriente Medio, podría resultar en un precio de US$ 1.600 más temprano que tarde".
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