El presidente del Banco Mundial (BM),
Robert B. Zoellick, instó hoy al presidente electo de Estados
Unidos, Barack Obama, a que reconozca los intereses de otros países
para lograr el acuerdo de Doha y a que el Congreso apruebe los
acuerdos pendientes con Colombia, Panamá y Corea del Sur.
"Sé que el presidente electo Obama ha subrayado la importancia
que da a las relaciones entre Washington y otros países", señalo hoy
Zoellick en rueda de prensa en Pekín.
"Espero que en este momento de crisis, haya un reconocimiento
(por parte de Estados Unidos) de la importancia que otros países otorgan a tener una
ronda de Doha exitosa, así como la de algunos acuerdos bilaterales,
que fueron completados pero aún no aprobados por el Congreso".
Los mencionados acuerdos "implican no sólo a Colombia y Panamá en
América Latina, sino también a Corea del Sur en Asia", especificó el
presidente del BM.
Washington firmó en 2006 el Acuerdo de Promoción Comercial con
Colombia, pero no ha sido todavía aprobado por el Congreso, y la
misma situación vive el Acuerdo de Promoción Comercial con Panamá,
firmado en junio de 2007.
De hecho, a la mayor parte de las importaciones colombianas y
panameñas en Estados Unidos no se les aplica aranceles en virtud de otros
acuerdos bilaterales preferenciales, por lo que ambos documentos
benefician sobre todo la entrada de exportaciones estadounidenses en
sendos países latinos.
Según los analistas, la aprobación de estos dos acuerdos y del
Tratado de Libre Comercio con Corea del Sur, firmado en 2007, sería
una base de resultados para un acuerdo global como el de Doha.
Zoellick, que llegó ayer a China para visitar el área devastada
por el terremoto de Sichuan del 12 de mayo, dijo que durante la
cumbre del Grupo de los 20 (G-20) en Washington en noviembre hizo
hincapié en que Doha "es ahora más importante, porque con la
desaceleración podríamos ver síntomas de proteccionismo".
"Y en mis reuniones en Pekín -iniciadas hoy- he dado mucha
importancia a este asunto porque el comercio es muy importante para
el desarrollo de China, y el proteccionismo puede hacer mucho daño"
al país asiático.
"Hay un buen acuerdo de Doha encima de la mesa que se puede
cumplir", insistió hoy Zoellick, en referencia al recorte de los
subsidios nacionales a la agricultura hasta en un 70 por ciento, a
la eliminación de ayudas a la exportación y a la apertura de
mercados para los productos agrícolas y manufacturados.
"Habiendo dicho esto, no subestimo las dificultades de que más de
150 economías se pongan de acuerdo en estos detalles. Y,
francamente, creo que ha sido desafortunado que el posible acuerdo
se nos haya escapado".
En cuanto a China, Zoellick recalcó que "lo más importante que
China puede hacer por la estabilidad global en este momento es
mantener su propio crecimiento económico", lo que calificó de
difícil, "dado el descenso que está experimentando China en su
comercio".
Zoellick analizó en Pekín con los funcionarios chinos las medidas
que están adoptando para afrontar la crisis, no sólo el masivo
paquete para inversiones en infraestructuras, sino también las
nuevas inversiones en seguridad social, la creación de empleo y el
apoyo a las pequeñas y medianas empresas (PYMES).
El BM prepara un crédito de US$710 millones para apoyar la reconstrucción de la zona devastada por el
terremoto de Sichuan, mientras que la Corporación Financiera
Internacional, su brazo privado, ha firmado un acuerdo de apoyo a
las PYMES de Sichuan.
Zoellick se mostró preocupado por cómo la crisis afecta a China,
con el cierre de numerosas plantas manufactureras destinadas a la
exportación, por lo que previó masivos movimientos de desempleados y
riesgo de inestabilidad social, con un horizonte de crecimiento del
PIB del 7,5% para 2009.
Un año, el próximo, que Zoellick calificó de "muy difícil" en
todo el mundo, por lo que pidió mucha "flexibilidad" para la próxima
cumbre del G-20, que tendrá lugar en abril en el Reino Unido.
En Pekín, Zoellick se reunió hoy con los viceprimeros ministros
Li Keqiang y Wang Qishan, con los ministros de Finanzas, Xie Xuren,
y Comercio, Chen Deming, y con el canciller Yang Jiechi.
Está previsto que antes de su partida, el miércoles, mantenga un
encuentro con el primer ministro Wen Jiabao, y con el gobernador del
banco central, Zhou Xiaoqiang.