Por Alejandra Clavería
Enviada especial a Buenos Aires
A un año del inicio de su Plan de Vida Sustentable, la multinacional Unilever dio a conocer ayer, en Buenos Aires, los principales resultados de esta iniciativa que le ha permitido dejar de producir más de 600 mil toneladas de CO2 anuales a nivel global.
Dentro de los principales proyectos que la compañía ha desarrollado para alcanzar esta reducción, se encuentra la incorporación de energías renovables a sus fábricas, que ya representan el 20% del consumo total de electricidad que utiliza la empresa en el mundo. La idea, al año 2020, es que el 40% de esa energía provenga de fuentes limpias.
Además en 2011, hubo alrededor de 62.000 toneladas menos de residuos totales, en comparación con 2008, lo que representó una reducción del 40%. Sólo en sus plantas productivas del Cono Sur (Argentina, Bolivia, Paraguay, Uruguay, Perú y Chile), Unilever disminuyó en un 26% esa cantidad de basura y para 2020 espera que esa cifra llegue a 80%. Asimismo, incorporó cambios en la formulación de sus detergentes y suavizantes como OMO, Rinso, Drive y Skip, lo que significó bajar entre un 35% y 40% la huella de carbono en el ciclo de vida de cada uno de estos productos.
En el caso específico de Chile, el año pasado la compañía disminuyó en 17,2% la emisión de dióxido de carbono por tonelada de producto producido, en comparación con 2008, y en 8,5% el consumo de energía en sus plantas Carrascal y Panamericana.
Miguel Kozuszok, presidente de Unilever para Latinoamérica, destacó que las iniciativas buscan reducir a la mitad el impacto ambiental de la fabricación y uso de los productos de la firma. “Además de preservar el entorno, lo bueno de todo esto es que nos permite ahorrar dinero. Cuando hablamos de que la compañía tiene fines de lucro, lo importante es que todo lo que se relaciona con promover la sustentabilidad, es un muy buen negocio para todos”, sostuvo.
Metas para 2020
Kozuszok adelantó que para los próximos ocho años, la firma se ha fijado que el 100% de la materia prima agrícola que emplea para fabricar sus productos provenga de fuentes sustentables. Para fines de este ejercicio, se espera que esa cifra llegue al 30% y vaya subiendo paulatinamente hasta completar la meta propuesta.
“Queremos reducir a la mitad el impacto de los gases de efecto invernadero de todos sus productos a lo largo de su vida útil y aumentar paralelamente la producción y crecimiento del negocio”, añadió el ejecutivo.
Asimismo, buscará disminuir en 50% la cantidad de energía que se consume en sus oficinas en el Cono Sur y los residuos asociados a la eliminación de sus productos. Para 2015, en tanto, la idea es que el 75% del papel y cartón que utilizan para sus empaques se administren de forma sustentable y estén certificados, y que ese número llegue al 100% a 2020.