El presidente del Banco Central Europeo
(BCE), Jean Claude Trichet, destacó hoy la existencia de riesgos "a la baja" para el
crecimiento de la eurozona y, aunque la inflación muestra claros
signos de moderación, recalcó que la autoridad monetaria seguirá
alerta para garantizar la estabilidad de los precios en el mediano plazo.
Trichet se expresó así tras la reunión del Consejo de Gobierno
del BCE que decidió recortar en 75 puntos básicos los tipos de
interés en el área del euro, con lo que quedan en el 2,5%.
Ésta es la mayor bajada adoptada por la institución desde la
puesta en marcha del euro, en 1999.
El presidente del BCE indicó que, a la vista de los indicadores
disponibles, la actividad en la eurozona ha seguido deteriorándose
en el cuarto trimestre y vaticinó que la debilidad persistirá en los
próximos meses.
"Debido sobre todo a los efectos de las turbulencias financieras,
tanto la demanda global como la de la zona euro continuarán durante
más tiempo dando muestras de debilidad", afirmó.
Según las nuevas previsiones publicadas hoy por el BCE, el PIB de
la zona euro crecerá este año entre el 0,8% y el 1,2%, mientras que
en 2009 la horquilla estará entre una caída de la actividad del 1% y
el estancamiento.
Respecto a la inflación, el banco emisor espera que se vaya
acercando al objetivo de estabilidad de precios -por debajo del 2%,
pero cerca de esa tasa- e incluso llegue al entorno del 1% el año
próximo.
Justificó la reciente evolución de los precios por el
abaratamiento de las materias primas y la significativa
desaceleración de la economía.
Trichet hizo hincapié en cualquier caso en que el nivel de
incertidumbre que rodea a las previsiones económicas "sigue siendo
excepcionalmente alto".
Sobre la decisión de hoy, el presidente del BCE no quiso precisar
si hubo disenssiones en el Consejo de Gobierno o apuestas por un
bajada mayor y reiteró que fue adoptada por "consenso".
Destacó que este recorte de 75 puntos básicos se suma a otras dos
bajadas previas, de cincuenta puntos cada uno, en menos de dos
meses.
"Desde la II Guerra Mundial, ninguno de los bancos centrales
predecesores del BCE adoptó una bajada de tipos de interés de esa
magnitud en tan corto periodo de tiempo", recalcó.
De cara al futuro, dejó claro que no excluye nuevos recortes,
pero también insistió en que hay que comprobar que las decisiones
adoptadas hasta la fecha resultan efectivas.