El Premio Nobel de Economía, Joseph
Stiglitz propuso hoy que la reforma del sistema financiero mundial
recaiga sobre Naciones Unidas, en lugar de instituciones como el
Grupo de los Veinte (G-20), en las que "no está representado todo el
mundo".
"Discutir en el G-20 en lugar del G-7 es un importante paso
adelante, porque supone reconocer que el problema es global. Pero
debería ser más representativo", afirmó Stiglitz en la conferencia
de la Asociación Mundial de Agencias de Promoción de Inversiones
(WAIPA), en Río de Janeiro.
Añadió que "sería mejor hablar en la ONU, una institución en la
que están todos (los países)".
Stiglitz recordó que cuando se convocó la cumbre de Washington se
discutió sobre qué países deberían estar y cuáles no, por lo que
indicó que "lo mejor" es hablar donde están todos los países, para
no dejar fuera y "en desventaja" a la mayoría de África y a los
países pequeños, sin representación en el G-20.
El también galardonado con el Nobel de Economía Edmund Phelps,
quien además participó en el debate, coincidió con Stiglitz, pero
matizó que antes de poner responsabilidades sobre la ONU, "se debe
cambiar su forma de gobierno".
Como salida a la crisis, Stiglitz propuso la creación de un
sistema multilateral "del que se beneficiaría todo el mundo" y una
institución internacional de crédito que canalice las reservas de
los países en desarrollo para promover la inversión.
Stiglitz señaló que esta institución no puede ser el Fondo
Monetario Internacional, en la que los países emergentes tienen poca
voz y Estados Unidos mantiene derecho de veto.
"Espero que esta crisis acabe con las asimetrías y lleve más
dinero al mundo en desarrollo, lo que también beneficiaría a Estados
Unidos", apostilló.
El ex director de la Bolsa de Valores de Nueva York, William
Donaldson, coincidió en que se debe dar el paso para crear un
mecanismo regulador mundial, en el que cooperen todos los países,
para "mantenernos todos vivos".
Donaldson sugirió en que, para volver a ganar la confianza del
mercado, se debe limitar el apalancamiento y examinar la toxicidad
de algunos instrumentos financieros, siguiendo el ejemplo que hacen
las autoridades sanitarias con los medicamentos.
Phelps culpó a los grandes bancos comerciales de haber
"abandonado las inversiones productivas para favorecer la
especulación" e incidió en tomar medidas para reducir la volatilidad
del mercado, como establecer impuestos sobre los activos a corto
plazo.
En su opinión, estas medidas estimularían las inversiones a largo
plazo, menos rentables, pero con un fondo en innovación que revierte
sobre el dinamismo de la economía.