El sector bancario de EE.UU. comenzó
hoy el año bursátil con grandes cambios estructurales por la crisis
vivida en 2008 y tres importantes operaciones cerradas: la compra de
Merrill Lynch, Wachovia y National City por parte de Bank of
America, Wells Fargo y PNC, respectivamente.
Esas tres compras, que se gestaron en la segunda mitad de 2008
-el peor ejercicio bursátil desde la Gran Depresión-, se cerraron
oficialmente con la llegada del año nuevo.
Así, Bank of America, que durante 2008 cayó en bolsa más del 65%,
es a partir de ahora el mayor de EE.UU. tras la absorción del banco
de inversión Merrill Lynch, con cerca de US$ 2.700 millones
en activos y sede en Charlotte, Carolina del Norte.
La operación, que se valoró inicialmente en US$ 50.000 millones, acabó con casi un siglo de historia de Merrill Lynch como
entidad independiente.
Además, incluyó la compra del 50% que el banco de inversión tenía
en la gestora de fondos BlackRock.
Merrill accedió a ser comprado por Bank of America el pasado
septiembre para evitar un futuro similar al de Lehman Brothers que,
casi simultáneamente, tuvo que presentar su bancarrota al no
encontrar ninguna entidad dispuesta a adquirirlo.
Bank of America, que prevé eliminar hasta 35.000 puestos de
trabajo como consecuencia de la absorción de Merrill Lynch, cuenta
con más de 59 millones de clientes, 6.100 sucursales y 18.000
cajeros automáticos repartidos por el país, además de un servicio
por internet con más de 25 millones de usuarios activos.
Presta servicio a clientes de más de 150 países y tiene vínculos
comerciales con el 99% de las compañías en la revista Fortune 500.
Poco después del inicio de la primera sesión bursátil del año,
los títulos de Bank of America caían casi el 2% y se negociaban a
US$ 13,8, frente a los más de 40 dólares de hace doce meses.
Tras una pugna en la que también entró en juego Citigroup,
finalmente Wells Fargo, con sede en California, acordó en octubre la
adquisición de Wachovia, que se hallaba al borde de la quiebra.
Después de completar la transacción, que asciende a US$ 12.700
millones, Wells Fargo cuenta con la mayor red de
sucursales de EE.UU. (11.000) y ha duplicado su tamaño.
Además, es el segundo banco de Estados Unidos por depósitos, con
unos US$ 774.000 millones, y el cuarto por activos, con US$ 1.400
millones, según sus propios datos, mientras que es el segundo
prestamista hipotecario más grande del país.
Los títulos de Wells Fargo caían hoy el 1,4% poco después de la
apertura de la Bolsa de Nueva York y se negociaban a US$ 29,1,
un precio similar al de hace un año.
Por su parte, PNC Financial Services se ha situado como la quinta
entidad bancaria del país por activos tras la adquisición de
National City.
Sin embargo, sus títulos también abrieron a la baja hoy, pese a
la tendencia al alza del conjunto del mercado, y poco después de la
apertura descendían el 2,5%, hasta los US$ 47,8, con lo que en
un año cayeron más del 26%.
Estas operaciones se suman a otras de gran trascendencia gestadas
en 2008, ante los estragos de la crisis financiera, que han
rediseñado el panorama del sector bancario estadounidense.
Entre ellas, el banco de inversión JPMorgan Chase compró a su
competidor Bear Stearns y las actividades bancarias de Washington
Mutual (que presentó la bancarrota), para luego hacer las gestiones
necesarias que lo transformen en banco comercial.
Además, Bank of America compró Countrywide y el británico
Barclays adquirió parte de los activos de Lehman Brothers, en
bancarrota, una situación a la que también se vio abocado el banco
IndyMac, mientras que otras entidades anunciaron pérdidas
multimillonarias, drásticos recortes de gastos y miles de despidos.