El presidente francés, Nicolas Sarkozy,
presentó hoy un plan para enfrentar la crisis e impulsar el crecimiento, que implica recursos por US$ 32.962 millones, e incluye
en particular un incremento de US$ 13.311 millones de la inversión
pública.
"Nuestra respuesta a la crisis (...) es la inversión porque es la
mejor manera de apoyar la actividad para salvar empleos ahora,
porque es la única manera de preparar los empleos de mañana y porque
arrastramos retrasos considerables en inversiones", declaró Sarkozy
en un acto organizado en la ciudad de Douai (norte).
De los US$ 13.311 millones de inversión pública
suplementaria, US$ 5.000 millones corresponderán al Estado, US$ 3.169 a las
administraciones locales y US$ 5.000 millones a las empresas públicas
(como la eléctrica EDF o el servicio de correos La Poste).
Ese dinero irá a la renovación de los medios del Ejército, de los
hospitales o de los tribunales, así como a infraestructuras de
transportes como cuatro nuevas líneas de tren de alta velocidad y al
canal Sena-Norte de Europa.
Los sectores particularmente más privilegiados por el dispositivo
que va a poner en marcha el Gobierno conservador son el
automotriz y la construcción.
La medida estrella en el automóvil es una prima de 1.000 euros
(US$ 1.260) para aquellos que compren un coche que emita menos de 160 gramos de
dióxido de carbono al kilómetro a condición de que envíen al
desguace otro automóvil.
A esta prima, cuyo costo para las arcas públicas es de unos 220
millones de euros (US$ 277,22 millones), se sumará un préstamo de 500 millones de euros
(US$ 630 millones) para las financieras de los fabricantes de coches y la constitución
de un fondo de inversión por US$ 378 millones (financiado en
parte por esos mismos constructores) para ayudar a las
reestructuraciones de las empresas de componentes.
El Estado asumirá en los dos próximos años la construcción de
100.000 viviendas sociales, una parte de las cuales las comprará a
las promotoras que no están consiguiendo vender.
A falta de una evaluación de esta disposición, se tienen como
referencia los 600 millones en que se había valorado la compra por
la Administración de 30.000 viviendas a los promotores para
convertirlas en viviendas sociales.
Sarkozy también indicó que el Estado anticipará a las empresas el
pago de deudas por valor de 11.000 millones de euros.