Mejorar la calidad de las comunicaciones móviles es un desafío en un país con 44 millones de habitantes y 62 millones de líneas de telefonía celular. En momentos en que se podría empezar a discutir en el Congreso la nueva ley de comunicaciones convergentes, que busca unificar las normas de telecomunicaciones y la de servicios de comunicación audiovisual, las compañías en Argentina analizaron en un documento algunas propuestas para extender la cobertura y optimizar sus servicios.
“Hay que duplicar la cantidad de antenas y aprovechar mejor el espectro”, apuntó Sebastián Cabello, titular de la oficina local de GSMA, organización internacional que agrupa a los operadores móviles. “Son inversiones millonarias que deben realizar las compañías en un marco adecuado provisto por el estado”, remarcó. La entidad elaboró un documento en el que destacó las “claves para la modernización del ecosistema digital”.
Para expandir la cobertura de antenas, “es preciso unificar los criterios y eliminar las barreras a nivel municipal”, destacó el referente de GSMA. “En el país hay 5.000 municipios con regulaciones y trámites diferentes a la hora de instalarlas”, ejemplificó. Según la entidad, “los permisos locales deberían aprobarse automáticamente al cumplirse los criterios básicos establecidos por la normativa nacional”.
Una de las principales objeciones a la instalación de antenas en las zonas urbanas es el riesgo de que las ondas electromagnéticas tengan efectos cancerígenos. Al respecto, la Organización Mundial de la Salud emitió en 2014 un documento en el que señaló que “no existen evidencias de los efectos nocivos de las antenas y el uso de teléfonos móviles a largo plazo”, aunque se sigue investigando el tema.
Otra de las recomendaciones fue la “reducción impositiva, que se trasladará a los precios y permitirá un mayor consumo”, argumentaron.