La agencia de calificación de riesgo Moody´s rebajó la calificación soberana de Brasil y completó el trío de las grandes clasificadoras que han retirado el grado de inversión al país. Fitch y Standard & Poor’s ya habían llevado a cabo esa acción.
En la escala de Moody´s, la nota cayó dos grados -pasó de Baa3 a Ba2- colocando al emisor a nivel de “bono basura”. La perspectiva es negativa.
Según la agencia, la decisión fue motivada por dos razones principales. Una es la predicción de un mayor deterioro de los indicadores de deuda pública en un escenario de bajo crecimiento. El más importante es el deterioro de los indicadores de deuda en Brasil, que resultará en un perfil de crédito “significativamente” más débil en los próximos años. La expectativa es que la deuda del gobierno siga aumentando entre 2016 y 2018, probablemente superando el 80% del PIB antes de estabilizarse. “Esperamos que el crecimiento del PIB en el período 2016-2018 sea equivalente a un promedio negativo de 0,5%. Además, esperamos que las tasas de interés se mantengan elevadas en términos reales, lo que contribuirá a disminuir la asequibilidad de la deuda, los pagos de intereses van a consumir más del 20% de los ingresos del gobierno”, señala el comunicado de la agencia.
La segunda razón es la “desafiante dinámica política”, que, para los analistas, seguirá complicando los esfuerzos del gobierno en el ajuste fiscal, además de retrasar las reformas estructurales. “El gobierno está trabajando para obtener el apoyo del Congreso para algunas reformas clave, incluyendo el aumento de la edad mínima de jubilación y la reducción de la indexación de los ingresos. La aprobación de estas reformas en el Congreso será difícil debido al limitado apoyo del gobierno en el Parlamento”, dice Moody´s.