Las crisis financiera de los grandes contratistas latinoamericanos ha abierto un mercado de oportunidades para las constructoras españolas, que analizan quedarse con alguno de los mejores activos de la región, tanto obras en ejecución como concesiones en operación valoradas en su conjunto en miles de millones de euros. Entre los grupos que podrían salir beneficiados de esta crisis del sector figuran las españolas Sacyr y Abertis, entre otros.
Las brasileñas Odebrecht y OAS, dos de los mayores contratistas latinoamericanos, han lanzado sendos planes de desinversiones en todo el continente para evitar la quiebra. ICA, la mayor constructora de México, también ha iniciado una profunda reestructuración financiera que contempla la venta de activos en México.
Sacyr figura en la lista de candidatos para aprovechar estas oportunidades. La compañía presidida por Manuel Manrique ha mantenido conversaciones con las autoridades chilenas para relevar a la brasileña OAS en la construcción del puente del Chacao, actualmente, el mayor proyecto en construcción del país, con un presupuesto de casi US$ 1.000 millones. “Conocemos la obra porque en su momento pujamos para su construcción”, reconocen desde la empresa española.
OAS, en concurso de acreedores en Brasil con una deuda de US$ 2.000 millones, controla el 49% de la obra. El otro 51% corresponde a la coreana Hyundai, socio de Sacyr en el concurso para construir el cuarto puente sobre el Canal de Panamá, una de las mayores obras en licitación de Latinoamérica, con un presupuesto de 1.000 millones de euros.
Abertis también puede sacar partido a la larga lista de activos en desinversión en varios países en Latinoamérica. En concreto, el grupo de autopistas español analiza presentar una oferta por la concesión Línea Amarilla, un corredor de peaje urbano en Lima (Perú) controlado por la brasileña Invepar, una de las mayores concesionarias de Brasil en la que la quebrada OAS aún conserva un 25%. La concesión está valorada en unos 500 millones de euros, por la que también pujarán fondos de inversión internacionales.
En Perú es donde Odebrecht, la mayor constructora de Latinoamérica ha concentrado parte de sus desinversiones en la región.
El fundador está condenado a 19 años de cárcel por los supuestos pagos a altos cargos de Petrobras para conseguir contratos de la petrolera estatal (el mayor caso de corrupción del país), lo que le ha supuesto entrar en la lista negra de contratistas de Brasil.
En Colombia, las autoridades también contemplan suspender a Odebrecht como contratista por los escándalos de Brasil. Esta situación ha limitado la capacidad financiera del grupo que aborda desinversiones por US$ 3.000 millones.
Uno de los proyectos en venta es la participación del 55% de un gasoducto en Perú, donde la española Enagás tiene un 25% de la concesión.
El grupo público reconoce que el activo se le queda demasiado grande, ya que está valorado en varios miles de millones de euros. “Sólo está al alcance de grandes fondos de inversión”, reconocen.
En el mercado latinoamericano también cotizan los activos de grupos españoles en dificultades.
La española Azvi se ha quedado con un sistema de abastecimiento de agua adjudicado en 2015 a Abengoa en Colombia. En Brasil, Abengoa e Isolux tienen sus redes de transmisión en venta.
NUEVOS CONTRATOS EN PANAMÁ
Panamá es el país de América Latina que más oportunidades brinda a las constructoras españolas. La ministra de Fomento, Ana Pastor, ha expresado al presidente del país, el interés de las compañías por el paquete de US$ 19.000 millones que Panamá invertirá durante su mandato, que termina a mediados de 2019.
Según fuentes de Fomento, el pasado ejercicio las empresas españolas ya se adjudicaron en Panamá obras por US$ 1.700 millones y, para 2016, se licitarán US$ 4.000 millones.
La obra en cartera más importante es el cuarto puente sobre el Canal de Panamá, por la que pujan Sacyr en alianza con Hyundai, y ACS. El proyecto, que supera los 1.000 millones de euros, se adjudicará en dos semanas.
Otra obra multimillonaria será la línea 3 del metro de Panamá, que también suscita el interés de las empresas españolas y se adjudicará en 2017. Panamá financia con fondos públicos todas las infraestructuras, pero se está planteando recurrir a la colaboración público privada en algunas obras.
EN LA LISTA NEGRA
El gigante brasileño vive su mayor crisis después de que su ex presidente fuese condenado a 19 años de cárcel por corrupción.
PUENTE EN CHILE
Sacyr ha entrado en conversaciones con las autoridades chilenas para ver si sustituye a OAS en el puente del Chacao.
AUTOPISTA EN PERÚ
Abertis estudia una oferta por la Línea Amarilla de Lima, peaje ganado por OAS en 2009 que traspasó a su participada Invepar en 2012.