La euforia vivida por la bolsa brasileña, con el Ibovespa subiendo 32,2% hasta julio, no ha llegado hasta ahora a los balances de las compañías de capital abierto.
La temporada de resultados de abril a junio fue marcada por un deterioro en el desempeño operacional en relación a los trimestres anteriores, con los ingresos creciendo por debajo de la inflación y un aumento en los gastos.
En punto positivo, la baja del dólar resultó en una caída del desembolso financiero líquido y la reducción del apalancamiento.
La recuperación en los índices de endeudamiento, junto a algunas señales positivas en lo macro, como la mejora de la expectativa del crecimiento del PIB, la caída de las tasas de largo o plazo y el aumento de la confianza de consumidores y empresarios, llevan a analistas y empresas a vislumbrar una posible mejora en el futuro.
Según un levantamiento hecho por Valor, los ingresos sumados de 289 compañías no financieras crecieron apenas 1,5% en el segundo trimestre, en relación a igual período de 2015, para llegar a 316.000 millones de reales (US$ 112 mil millones) ante una inflación acumulada de 8,8% en los doce meses hasta junio.
Del total, apenas 72 empresas, o 25% de la muestra, lograron un crecimiento de ingresos por encima de la inflación.
El crecimiento de los ingresos fue menor que el de trimestres anteriores. Entre enero y marzo, la expansión fue de 4,8% anual, mientras que en el cuarto trimestre de 2015 el avance fue de 8,6%.
Lucro líquido
Pese al menor incremento de los ingresos, los costos aumentaron a un ritmo más moderado, lo que elevó la utilidad bruta en 2,8%.
El lucro líquido, en tanto, cayó 17% entre abril y junio, en comparación con igual período del año pasado, a 12.900 millones de reales.
El desempeño fue peor que en el primer trimestre, cuando el efecto del tipo de cambio sobre las exportaciones y una menor inestabilidad en los precios de los commodities ayudaron a que el lucro registrara un avance de 31,7% a base anualizada.