El ministro de Transparencia, Fiscalización y Control, Fabiano Silveira, renunció ayer a su cargo después de un día de presiones por parte de la oposición, empleados de la cartera e incluso la base del partido del presidente interno, Michel Temer, para que abandonara sus funciones luego de que se difundieran audios en los que criticaba a la Operación Lava-Jato.
La iniciativa de Silveira, quien entregó una carta con la solicitud de dimisión, sorprendió al Palacio de Planalto, que se había mostrado durante la jornada intentando mantenerlo dentro del gabinete.
Precisamente, luego de reuniones con colaboradores de la nueva administración, entre los que destacan el ministro de Casa Civil, Eliseu Padilha, Temer había decidido dejar al funcionario quien había emitido comentarios contrarios al proceso de investigación en el mes de febrero, cuando integraba el Consejo Nacional de Justicia (CNJ).
Esa decisión había sido criticada por miembros de la antigua Contraloría quienes había puesto a disposición sus puestos dentro de la institución, como medida de presión para que Silveira abandonara el ministerio.
Hace una semana, ya habpia renunciado Romero Jucá, quien ocupaba la cartera de Planificación y quien también aparece en unas grabaciones en las que aseguraba que el juicio político contra la presidenta suspendida, Dilma Rousseff, serviría para frenar la investigación por hechos de corrupción dentro de la estatal Petrobras.
A propósito, ayer Aldemir Bendine, presidente de la compañía petrolera, presentó ayer su dimisión a través de una carta dirigida al directorio. Pedro Parente, el candidato para sucederlo propuesto por Temer, ya pasó una revisión de sus antecedentes y su nombramiento está pendiente de la aprobación del directorio.