Argentina alcanzó ayer un acuerdo con los holdouts que están nucleados en Brecher, una acción de clase colectiva, por un pago del 100% de los bonos que poseen más el 50% de interés, según anunció el mediador designado por el juez Thomas Griesa, Daniel Pollack.
A través de un comunicado, Pollack reveló que pese al acuerdo alcanzado “el tamaño exacto de la clase”, es decir, qué porcentaje de bonistas están incluidos, no se podrá saber con precisión hasta dentro de unas semanas.
Como en los casos anteriores, Pollack aclaró que el acuerdo está sujeto a la derogación de las leyes “Cerrojo” y de “Pago Soberano” de parte del Congreso argentino, y el levantamiento de la medida cautelar dispuesta en su momento por el juez Griesa.
Fuentes que siguen de cerca la negociación señalaron que el peso de este sector de holdouts es marginal, pero que podría servirle a la administración de Mauricio Macri para dar una imagen de aislamiento de los fondos más intransigentes.
“Después de más de una década de guerra legal, Argentina podría estar en la cúspide de la paz con sus acreedores”, sostiene el Financial Times.
Mientras tanto, el juez neoyorquino Thomas Griesa extendió ayer hasta el viernes el plazo para que los “fondos buitre” más duros en su posición respondan al gobierno de Mauricio Macri en Argentina el pedido para destrabar los pagos a los acreedores reestructurados mientras negocian.
Griesa aceptó ayer la petición de los fondos NML Capital y Aurelius de pasar del 18 al 19 de febrero el plazo final para responder.