El presidente de Rusia, Vladímir Putin,
rebajó hoy en casi un punto porcentual, de 6,8% a 6%, las
previsiones de crecimiento de la economía rusa para este año.
El propio Putin había subrayado hace sólo una semana en una
intervención en directo en la televisión que la economía crecería en
torno a 7% y que el país superaría la actual crisis
financiera con "mínimas pérdidas".
La economía rusa debe crecer invariablemente por encima de 7% para lograr el objetivo marcado por Putin de duplicar el PIB
para 2012.
El PIB ruso creció un 8,1% en 2007, el mayor índice
desde 2000, cuando experimentó un incremento de 10%.
Durante los ocho años de Putin como presidente ruso la economía
creció por encima del 7% los años 2000, 2001, 2002, 2003,
2004 y 2007, mientras que en 2005 creció un 6,4% y en 2006 un 6,8%.
Putin también pronosticó una inflación del 13,5% y
adelantó que la producción industrial había crecido 4,9% en los primeros diez meses del año.
Además, advirtió que "como resultado de la caída de los precios
del petróleo y otras tradicionales productos de exportación rusos
existe la amenaza de déficit comercial".
En cuanto al paro, Putin apuntó: "En octubre el número de parados
alcanzó 4,6 millones de personas. Ésta es una situación alarmante.
Por el momento, no vemos cambios para mejor".
En relación al mismo período de 2007, el desempleo ha aumentado
un 8% o en 300.000 parados.
El primer ministro reconoció que los depósitos bancarios se
redujeron un 6%, pero la fuga de capitales "prácticamente
se redujo".
La extracción de petróleo también se redujo en los primeros once
meses en 0,5%, mientras la extracción de gas aumentó 2,5%.
Rusia aprobó recientemente una estrategia de desarrollo con
vistas al año 2020, según la cual dos de cada tres rusos deben
pertenecer a la clase media para entonces.
El presidente del Senado ruso, Serguéi Mirónov, aseguró a
principios de mes que en Rusia había 45 millones de pobres, un
tercio de la población (142 millones).