Carlos Ghosn vuelve a ser detenido tras asegurar estar listo para "contar la verdad"
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El expresidente de Nissan Motor y Renault Carlos Ghosn fue nuevamente detenido este jueves en Tokio, un día después de anunciar en redes sociales una próxima rueda de prensa "para contar la verdad" sobre su caso que ahora queda en vilo.
El arresto del ejecutivo, de 65 años, se produjo a primera hora, poco después de que miembros de la fiscalía entraran en su residencia y lo condujeran voluntariamente a sus instalaciones, donde quedó detenido.
Posteriormente fue trasladado al correccional del barrio de Kosuge donde ya pasó más de tres meses detenido, según informó la agencia de noticias Kyodo.
En un comunicado difundido por su equipo legal tras la detención, Ghosn calificó de "indignante y arbitrario" el nuevo arresto, al que tildó de ser "otro intento por parte de algunos individuos de Nissan para silenciarme y confundir a los fiscales".
La nueva detención de Ghosn se produce un día después de la aparición de una cuenta de Twitter a su nombre en la que anunciaba que el 11 de abril daría su primera rueda de prensa desde que se levantase el caso para "contar la verdad sobre lo que está pasando".
Ghosn fue detenido por primera vez el 19 de noviembre de 2018 en Tokio, acusado de haber ocultado a las autoridades financieras de Japón compensaciones millonarias supuestamente pactadas con Nissan.
La detención fue extendiéndose mientras se sumaba una segunda acusación ligada al mismo delito y una tercera de abuso de confianza por presuntamente haber usado fondos de la compañía japonesa para cubrir pérdidas personales durante la crisis de 2008 y realizar pagos a un empresario saudí que Nissan considera injustificados.
Tras 108 días detenido, Ghosn quedó en libertad bajo fianza el 6 de marzo sujeto a unas estrictas condiciones, como la instalación de cámaras de vigilancia en la entrada de su residencia, la restricción de sus comunicaciones telefónicas o acceso a Internet limitado en la oficina de sus abogados.
La detención de este jueves estaría relacionada a una nueva acusación por abuso agravado de confianza, vinculada con la transferencia de unos fondos por parte de la presidencia de Nissan y Renault, de la que era titular Ghosn, hacia una distribuidora con sede en Omán.
Parte de los fondos se habrían usado para comprar un yate y cubrir préstamos personales de Ghosn, según la prensa japonesa y francesa.
El comunicado facilitado hoy por la fiscalía de Tokio no identifica a las empresas involucradas, pero sí especifica la cantidad que el directivo habría empleado en su beneficio, unos 5 millones de dólares, y que los envíos tuvieron lugar en 2015 y 2018.
Ghosn insistió hoy en su inocencia de todos los cargos y acusaciones levantadas contra él "sin fundamento".
El ejecutivo ha insistido anteriormente en que son parte de un "complot" orquestado por directivos de Nissan cuando intentó profundizar la alianza con Renault y Mitsubishi Motors, de la que también pasó a ser presidente cuando quedó controlada por Nissan.
El abogado que lidera la defensa de Ghosn, Junichiro Hironaka, criticó este nuevo arresto en declaraciones a los periodistas.
La liberación de Ghosn en marzo fue calificada como una primera victoria en el caso de Hironaka, un abogado reconocido por su éxito en casos que han involucrado a personalidades de alto perfil.
Pese a pasar más de tres meses en prisión, la liberación de Ghosn fue inusualmente temprana en Japón, donde los sospechosos suelen estar encarcelados hasta que empieza el juicio y la libertad bajo fianza se otorga generalmente a quienes admiten las acusaciones.
Esta característica del sistema legal nipón ha sido criticada internacionalmente y le ha valido el apodo de "justicia de rehenes".
Si se mantienen los plazos aplicados por la fiscalía de Tokio anteriormente, Ghosn podría estar bajo detención provisional hasta 22 días antes de que se dé a conocer la nueva acusación formal.
Eso le impediría presentarse ante los periodistas el jueves de la semana próxima, como había anunciado este miércoles.
Según los medios locales, es muy raro en Japón que una persona que ha quedado en libertad bajo fianza vuelva a ser arrestada.