El director general de la Organización
Mundial de Comercio (OMC), Pascal Lamy, no ha encontrado rival en su
búsqueda de un segundo mandato al frente de esta entidad, que
enfrenta un periodo difícil por el fracaso en concluir la actual
ronda de negociaciones comerciales en los plazos previstos.
Lamy tiene prácticamente asegurada su reelección después de que
ninguna candidatura alternativa se presentara hasta el pasado 31 de
diciembre, cuando concluyó el plazo correspondiente, confirmaron hoy
a Efe fuentes de la OMC.
Antes de ser responsable de la OMC (función que ejerce desde el 1
de septiembre de 2005), el francés Lamy fue comisario europeo de
Comercio y, como tal, uno de los principales negociadores de la
Ronda de Doha.
Ante la falta de oponentes, la reelección de Lamy se presenta
como un proceso tranquilo, muy diferente de las dos elecciones
anteriores, que fueron muy disputadas y dieron lugar a una suerte de
división Norte-Sur (países industrializados y en desarrollo) al
interior de la organización.
Esta vez el escenario será distinto y la reelección de Lamy
debería realizarse por consenso de aquí al 31 de mayo próximo, dando
así una mayor continuidad a las negociaciones de la Ronda de Doha,
lanzadas en 2001 y que llevan cuatro años de retraso.
Ante la candidatura única de Lamy, el presidente del Consejo
General de la OMC (órgano que reúne a los 153 países miembros)
deberá realizar consultas con las delegaciones y establecer los
detalles del proceso de designación.
La decisión puede esperar hasta fines de mayo, pero ese plazo
incluye unas semanas para que los candidatos hagan sus campañas y
una serie de deliberaciones entre los países, dos etapas que ahora
resultan innecesarias.
Lamy ha prometido sacar adelante las negociaciones comerciales de
Doha, en las cuales los gobiernos han invertido mucho tiempo y
recursos, pero que están obstaculizadas por la imposibilidad de
hacer converger una multitud de intereses muy diversos y, en muchos
casos, opuestos de los países.