La confianza de los inversionistas en el
estado de la economía global, que hace poco estaba al borde del
abismo, ha mejorado últimamente, según una encuesta de Merrill Lynch
entre los gestores de fondos de inversión.
Aunque un 88% de los encuestados considera que la
economía mundial está en recesión, quienes creen que la situación va
a empeorar en 2009 son ya sólo un 36% frente a un 60%, el pasado octubre.
Más de una cuarta parte de quienes contestaron la encuesta
considera que la economía global se fortalecerá el próximo año, y
existe, por otro lado, la percepción de que las acciones son
baratas, tanto en términos absolutos como en relación con los bonos.
La proporción de inversionistas que consideran la política monetaria
excesivamente restrictiva ha caído de un 68% en octubre a
un 29%.
Un 37% de los encuestados cree, sin embargo, que hay
todavía excesivas restricciones, lo que indica que quieren ver
mayores estímulos fiscales antes de invertir.
"El sentimiento del mercado, los altos niveles de dinero en
efectivo y la posibilidad de un estímulo fiscal el próximo enero en
Estados Unidos apuntan a una posible recuperación el Año Nuevo en
las acciones", afirma Gary Baker, responsable de estrategia de ese
sector en Merrill Lynch,
"Entrar en el 2009 con posiciones defensivas clásicas en
distintas áreas podría resultar peligroso", señala Baker, citado en
un comunicado.
Por cuarto mes consecutivo, una mayoría de los gestores de fondos
considera que las acciones de interés variable están infravaloradas
aunque persiste el escepticismo.
Así, muchos gestores de fondos siguen prefiriendo los bonos de
renta fija a las acciones.
Pero quienes siguen anclados en las inversiones en los títulos de
interés fijo pueden tener problemas en el futuro: un 42%
de los encuestados considera que ese tipo de activos está
actualmente sobrevalorado.
En vista del menor crecimiento y la inflación, los inversores han
reforzado desde noviembre sus posiciones en cuatro sectores:
sanidad, telecomunicaciones, servicios (electricidad, gas, etc) y
alimentos y bebidas.
Los inversores europeos, sin embargo, muestran síntomas de fatiga
frente a los sectores más defensivos y en diciembre han reducido sus
posiciones un 15% en sanidad, un 11% en bebidas
y alimentos, y un 8% en servicios.
Todavía no han llegado, sin embargo, a comprometerse en
industrias más cíclicas que podrían experimentar el próximo año una
recuperación.
Según Karen Olney, estratega sobre acciones europeas de Merrill
Lynch, si no invierten en los sectores cíclicos, una eventual
recuperación de los precios de las materias primas y mayores
estímulos fiscales en el sector de infraestructuras podría
sorprender a los inversores "con el pie cambiado".
"Si consideramos que la economía mundial ha experimentado un paro
cardíaco, el gasto en infraestructuras podría ser el desfibrilador
que le devolviese la vida", señala Olney.
Así, un 47% de los inversionistas globales creen que el
petróleo está actualmente infravalorado después de que su precio
cayese un 60% en sólo tres meses.
Pese a ello, un 47% de los inversionistas europeos han
seguido retirándose de los recursos básicos como el petróleo o el
gas.
Por el contrario, muchos están invirtiendo en sectores de los que
creen que ofrecen un valor relativo como los seguros o las
telecomunicaciones.
Mientras tanto, las inversiones en acciones de los mercados
emergentes han caído a su nivel más bajo desde el 2001 de forma que
sería "una gran sorpresa para los gestores de fondos" el que esos
mercados resultasen más rentables que el norteamericano en el 2009.
China sigue siendo con mucho el país preferido de los inversores
en acciones asiáticas y los especialistas en mercados emergentes: un
50% dice que les gustaría invertir más en acciones chinas
pese a que ocho de cada diez gestores de fondos creen que la
economía de ese país se va a desacelerar en el 2009.