La economía mundial crecerá el próximo año
un 1,3%, su peor ritmo desde 1982, aunque mejorará en
2010, indica un informe divulgado hoy en Londres por el banco de
inversión estadounidense Merrill Lynch.
El documento, titulado "2009: el próximo año macro-global",
vaticina que la economía internacional crecerá en 2010 un 3,1%, un poco menos que en 2008, que arroja un crecimiento de un
3,2%.
El banco también predice el "fin de los desequilibrios económicos
globales" para el venidero ejercicio, ya que "la crisis financiera
está obligando a los consumidores de EEUU a arreglar sus finanzas
personales ahorrando más y gastando menos", al tiempo que "los
mercados emergentes dependerán menos del consumo anglosajón".
Además, el informe señala que la recesión en Estados Unidos "se
prolongará durante 2009 antes de recuperarse en 2010", toda vez que
el citado reequilibrio conducirá a "un dólar más débil".
En el marco de ese reajuste, "Japón, la emergente Asia y
Latinoamérica serán menos vulnerables a ese giro, mientras que
Europa, Oriente Próximo, África y EEUU serán los más vulnerables".
Para afrontar la crisis económica, los gobiernos "probablemente"
intervendrán con medidas fiscales y monetarias para amortiguar los
efectos de la desaceleración.
En ese sentido, el informe apunta que "continuarán los paquetes
de estímulo fiscal (a propuesta de los gobiernos), ahora que la
ortodoxia fiscal se ha abandonado", al tiempo que las medidas
gubernamentales se centrarán en apoyar a las familias.
"Los gobiernos -advierte- afrontan mayores costes de
endeudamiento como resultado de correr mayores riesgos al comprar en
el sector privado y aumentar el déficit presupuestario".
"Los bancos centrales -prosigue el informe- no acumularán
reservas y podrían, incluso, reducirlas".
Al margen de EEUU, Merrill Lynch aborda la posible evolución de
otras economías importantes, como la de la Eurozona, afectada por
una incipiente recesión.
"En la Eurozona, creemos que el crecimiento de la exportación
está a punto colapsar y la crisis crediticia limitará la inversión",
aunque "el consumo debería beneficiarse de los precios más bajos del
petróleo", dice Klaus Baader, economista jefe de Merrill Lynch para
Europa.
Sobre Japón, el banco estadounidense predice que el "país del sol
naciente" puede "evitar la recesión por estrecho margen", debido al
abaratamiento del crudo, que impulsará el consumo, y a que su
economía depende más de sus exportaciones a Asia que a EEUU.
Respecto a China, el informe comenta que la "respuesta fiscal" de
Pekín será "efectiva" y debería limitar la desaceleración de la
economía nacional.
El petróleo, como se ha mencionado anteriormente, también centra
la atención de los analistas de Merrill Lynch, que pronostica un
precio de 50 dólares el barril para 2009, dada la caída de la
demanda en los principales países consumidores.
"La pregunta clave es '¿cuánto puede bajar el petróleo?", opina
Francisco Blanch, jefe de investigación de materias primas del banco
norteamericano.
"El mayor riesgo bajista -agrega Blanch- sería un crecimiento de
la economía china más débil de lo previsto".