Los países del Mercosur fracasaron en las negociaciones para
eliminar el doble arancel sobre los productos de terceros países que ingresan
al bloque y pasan de un miembro al otro, admitió hoy el canciller brasileño,
Celso Amorim.
En su intervención en la sesión inaugural del Consejo del
Mercado Común del Mercosur (CMC), Amorim lamentó que los negociadores técnicos
no hubiesen conseguido llegar a un acuerdo en un asunto que era considerado
como de los principales de la cumbre que comenzará mañana en el balneario
brasileño de Costa do Sauípe.
"Eso traerá consecuencias. No es solo algo que podíamos
dejar para después. Va a dificultar las negociaciones con otros grupos,
especialmente con la
Unión Europea", aseguró el canciller.
Amorim presidió hoy la sesión del CMC, instancia que reúne a
los ministros de Exteriores y de Economía de los cuatro socios plenos del
bloque (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).
"Siempre se aceptó que eso (el doble arancel)
dificultaría las negociaciones con otros países o bloque económicos. En el
momento que pasamos de las negociaciones de preferencias comerciales a las
negociaciones de libre comercio encontramos las dificultades (de no haberlo
eliminado)", afirmó.
El doble arancel es la tasa cobrada sobre productos
procedentes de naciones de fuera del Mercosur cuando pasan de un miembro a otro,
lo que contradice el principio del libre comercio al interior del bloque y
encarece las importaciones que son desembarcadas en puertos de otros países.
El asunto es especialmente sensible para Paraguay, país que,
por no contar con puertos marinos, efectúa gran parte de sus importaciones a
través de Brasil y de Argentina.
Pese a la necesidad de Paraguay de eliminar esa doble
tributación, Asunción alega que no puede renunciar a los ingresos que obtiene
al tributar las mercancías de terceros países que entran a su territorio desde
Brasil y Argentina.
Por esa razón, la eliminación de la doble tributación
también exigía la definición de reglas para distribuir la renta aduanera y
evitar que los aranceles a la importación de productos de naciones de fuera del
Mercosur solo generen ingresos para el primer país en el que son desembarcados.
Amorim alegó que Brasil fue flexible en las negociaciones y
llegó a ofrecer una tasa elevada de renuncia en su renta aduanera, pero que
finalmente fue imposible llegar a un acuerdo.
"Hicimos el máximo de esfuerzo, pero no
conseguimos", aseguró.
El canciller hizo, sin embargo, un balance favorable de las
otras negociaciones y anunció varios acuerdos que serán suscritos mañana por
los presidentes en la Cumbre del Mercosur.
Celebró la creación del Fondo Mercosur de Garantías para
Micro, Pequeñas y Medianas Empresas, que contará con aportes de 100 millones de
dólares anuales distribuidos según el tamaño de la economía de cada país:
Brasil con 70%, Argentina (27%), Uruguay (2%) y Paraguay (1%).
El Fondo servirá para financiar asociaciones entre pequeñas
empresas de dos o más países.
Según Amorim, Brasil ya cuenta con estudios para promover
este tipo de asociaciones en los sectores automotor, de petróleo y gas.
Dijo, igualmente, que en la Cumbre será puesto en
funcionamiento el Instituto Social del Mercosur para prestar apoyo técnico a la
formulación de políticas sociales y será anunciado el Plan Estratégico de
Acción Social.
Durante la presidencia brasileña, el bloque también concluyó
las negociaciones para incluir los servicios en sus acuerdos comerciales con
Chile e inició trámites similares con Colombia.
Amorim agregó que en el primer semestre de 2009 comenzarán
formalmente las negociaciones con el Sistema de Integración Centroamericano
(SICA) y que mañana será firmado el acuerdo de preferencias comerciales con la Unión Aduanera de
África Austral (SACU, integrado por Botsuana, Lesoto, Namibia, Suazilandia y
Sudáfrica).