El ex-presidente de Nasdaq y uno de los inversionistas
más activos de los últimos 50 años, Bernard L. Madoff, fue detenido ayer por el FBI tras
confesar que su negocio era un "esquma Ponzi gigante" que le costó a sus clientes pérdidas por US$50.000 millones.
Un esquema
Ponzi es un fraude piramidal: la rentabilidad prometida se paga con el
dinero ingresado mediante la entrada de nuevos clientes.
Madoff, de 70 años, dijo a los agentes federales que le pagó a inversionistas "con dinero que no había" y que esperaba ir a la cárcel, consignó Bloomberg. Tras esto, Madoff fue arrestado.
Las supuestas pérdidas de US$50.000 millones lo convertirían en uno de los mayores fraudes de la historia.
Su empresa, Bernard L. Madoff Investment Securities
tiene unos US$17.100 millones en activos gestionados. Al menos
la mitad de sus clientes son hedge funds. Todavía quedan muchas incógnitas por resolver, incluyendo si los clientes realmente perdieron US$50.000 millones. La causa y una demanda civil por reguladores lo describieron como a un hombre "fuera de control".
La firma era la número 23 del mercado Nasdaq en octubre, transando un promedio de 50 millones de acciones al día. Tomaba órdenes de algunas de las mayores compañías de Estados Unidos, incluyendo General Electric y Citigroup.
La confesión
Tras una serie de eventos ocurridos a principios de diciembre, algunos gerentes de la compañía habían comenzado a sospechar irregularidades luego que Madoff afirmara que tenía problemas para entregar reembolsos a clientes.
Luego indicó a otro empleado que quería pagar anticipadamente los bonos de fin de año ya que "había obtenido beneficios recientemente y ahora era un buen momento para distribuirlos". Los empleados indicaron que el inversionista parecía estar "bajo un gran estrés".
Tras cuestionamientos de gerentes, Madoff citó a una reunión en su departamento, donde finalmente confesó que su negocio de asesoría de inversión era un "fraude" y que estaba "acabado", indicó la agencia Bloomberg. Añadió que no tenía "absolutamente nada" y que el negocio era "básicamente, un esquema Pozi gigante", según señaló el agente del FBI Theodore Cacioppi, encargado de la detención.
Según Madoff, el negocio había sido insolvente durante años, y
entonces estimó las pérdidas en 50.000 millones de dólares. Añadió que
le quedaban entre US$200 millones y US$300 millones para pagar a los
empleados, a la familia y a los amigos.
Según el FBI, Madoff dijo que estaba "arruinado" e "insolvente" y que
había decidido que "no podía seguir", y que esperaba ir a la cárcel.
Además, confesó los hechos declarados por los empleados.