El presidente brasileño,
Luiz Inácio Lula da Silva, reclamó hoy un mayor protagonismo de
América Latina y el Caribe en la comunidad internacional, al
inaugurar una cumbre que reúne a 33 países de la región.
"Queremos ser protagonistas y no meros espectadores en los
teatros en los que se deciden las perspectivas de bienestar y
prosperidad para nuestros pueblos", manifestó el gobernante en la
apertura de la Cumbre de América Latina y el Caribe (CALC) sobre
Cooperación y Desarrollo, en el balneario de Costa do Sauípe.
Ante los jefes de Estado y de Gobierno participantes, Lula
subrayó: "solo superaremos los desafíos de la integración y el
desarrollo si asumimos nuestra vocación latinoamericana y caribeña".
Lula se refirió en concreto a la crisis internacional y reiteró
que los países de la región no son los culpables del terremoto que
en los últimos meses ha sacudido a los mercados financieros y se ha
extendido a la economía real en todo el mundo.
"En medio de una crisis internacional sin precedentes nuestros
países no son parte del problema, pueden y deben ser parte de la
solución", expresó.
"Nuestros países dieron en los últimos años pasos importantes en
dirección al crecimiento sustentable y la estabilidad económica. Es
inadmisible que nuestras legítimas expectativas sean ahora
frustradas", dijo sobre la crisis mundial.
De la misma forma, reiteró las demandas de mayor transparencia en
los organismos que regulan el sistema financiero mundial y abogó
porque no se levanten barreras proteccionistas que perjudiquen el
comercio mundial.
Lula definió el actual como "un momento extraordinario" para el
debate y recordó que "es la primera vez en dos siglos (de
independencia) que la región une sus fuerzas".
Antes "mirábamos para lejos en busca de soluciones que muchas
veces estaban a la mano", apuntó.
Al hablar de la cumbre inaugurada hoy, el mandatario manifestó
que la región tiene muchos desafíos, entre los que mencionó, además
de la crisis financiera, la energética, alimentaria y ambiental.
"La incertidumbre que el mundo vive hace más urgente la
conjugación de esfuerzos", expresó el presidente brasileño, para
quien los diferentes mecanismos de integración existentes en la
región y que la cumbre aspira a coordinar "ofrecen un sólido punto
de partida".
Por su parte, el jefe de Estado hondureño, Manuel Zelaya, que
intervino después de Lula, abogó por la necesidad de democratizar el
Consejo de Seguridad de la ONU y el sistema monetario mundial, con
el objetivo de erradicar el "fundamentalismo mercantil" de las
sociedades actuales.
Al subrayar la importancia histórica de la cumbre de América
Latina y el Caribe, se pronunció a favor de que las relaciones
internacionales se basen en el respeto y de que el Estado recupere
el papel fundamental de "velar" por la sociedad.