Argentina y Venezuela sufrirán la
desaceleración económica más por efecto de "sus propios errores en
política económica" que de la crisis financiera global, afirmó hoy
el economista principal de América Latina del banco HSBC, Jonathan
Heath.
El experto, que participó en la presentación del informe del
Fondo Monetario Internacional (FMI) de octubre para el hemisferio
occidental, señaló que la intención de Argentina de nacionalizar los
fondos de pensiones no "contagiará" a la región.
"Son países que siguen otra concepción económica, otra lógica
(distinta a la del mercado global)", apuntó Heath, por lo que el
efecto no se extenderá a otras economías de la zona.
El peligro es que, ante la actual coyuntura económica negativa,
otras naciones propongan reformas similares sobre el marco de
pensiones que deriven en sistemas estatales que no puedan garantizar
los planes de retiro, destacó el analista.
A su juicio, el descenso en el precio de los granos, en un
contexto global de bajada de precios de las materias primas, podría
afectar también de forma negativa a Argentina (primer productor de
soja de Latinoamérica), mientras que una caída en el precio del
petróleo golpearía más a países como México.
Por otra parte, si bien México es la nación que más remesas
recibe de la región (cerca del 40% del total), los países que
enfrentarán más dificultades por la disminución en estos envíos de
dinero serán El Salvador y Guatemala, afirmó Heath.
Para ambas naciones, dijo, el envío de remesas de los inmigrantes
en Estados Unidos puede suponer hasta el 15 por ciento de su
Producto Interior Bruto.
El economista de HSBC también consideró que la coyuntura
económica puede orientar el voto en las próximas elecciones de El
Salvador e inclinar la balanza en favor del Frente Farabundo Martí
para la Liberación Nacional (FMLN), al que definió "como las FARC,
pero legalizado".
Agregó que ello supondría, para un país "que lo ha estado
haciendo muy bien", un retorno al "populismo", lo que podría tener
repercusiones económicas,
El estancamiento de los avances democráticos en algunos países,
encabezados por Venezuela y Ecuador, también puede afectar a la baja
su situación económica, manifestó.
Heath es de la opinión de que Sudamérica experimentará mayor
desaceleración que otras partes del continente americano.
No obstante, el economista apuntó que la desaceleración de
Latinoamérica es "marginal", si se compara con la recesión en
Estados Unidos, y abundó en que la región está mucho mejor preparada
contra una crisis de lo que estaba diez años antes.
Sin embargo, y a pesar de los niveles históricos de las reservas
de divisas que mantienen algunos bancos centrales de la zona, será
difícil evitar la volatilidad y la depreciación de sus monedas,
señaló.
"Nos espera un año muy difícil", advirtió Heath.
Según el informe del FMI, Latinoamérica y el Caribe crecerán en
promedio un 3 por ciento el año entrante, y Estados Unidos comenzará
su recuperación, más gradual que en ocasiones anteriores de crisis,
en la segunda mitad del 2009.