El flujo de capital que está saliendo de los mercados emergentes subió a US$ 1 billón en los últimos trece meses, casi duplicando el monto que salió durante la crisis financiera, en medio de una caída en la confianza en las economías en desarrollo.
El éxodo sostenido refuerza los temores de que las economías emergentes, que sufren una desaceleración del crecimiento y la devaluación de sus monedas, están cediendo su antiguo rol de motores del crecimiento global para convertirse en un lastre para la demanda.
Analistas dicen que el flujo podría acelerarse tras la devaluación del yuan chino este mes y por el nerviosismo por la esperada alza de tasas de la Reserva Federal de Estados Unidos. "Estos flujos de salida se profundizarán mucho más", dijo Maarten-Jan Bakkum, estratega senior de mercados emergentes de NN Investment Partners, un banco de inversión.
La salida de flujos de capital netos totales de las 19 economías emergentes más grandes llegó a US$ 940.200 millones en los trece meses hasta fines de julio, casi duplicando los US$ 480 mil millones netos que salieron durante tres trimestres en la crisis financiera de 2008-2009, según una compilación de datos oficiales y estimaciones de NN.
La salida de flujos marca un brusco giro desde la robusta entrada de fondos que los mercados emergentes recibieron en los seis años siguientes a la crisis, mientras ayudaban a estimular a una débil economía global. Desde julio de 2009 hasta fines de junio del año pasado, US$ 2 billones de capital ingresaron a los 19 mercados emergentes, según NN.
A medida que salen los fondos, se desencadena un círculo vicioso. Las monedas se devalúan frente al dólar, haciendo caer la demanda por importaciones y arrastrando la demanda agregada. En junio, por ejemplo, las importaciones de los mercados emergentes estaban un 13,2% por debajo del año anterior, de acuerdo con un promedio móvil compilado por Capital Economics.
"El colapso en las importaciones de los mercados emergentes refleja una caída más fundamental en la demanda, ya que la salida de flujos de capital ha obligado a la demanda doméstica a contraerse y los menores precios de los commodities han erosionado los ingresos en los países productores de materias primas", dijo Neil Shearing de Capital Economics. "Hasta ahora, hay pocas señales de que hayamos tocado fondo".
Las monedas de los mercados emergentes volvieron a sentir presión ayer, ya que la caída de 6,2% y de 6,6% en los índices de Shanghái y Shenzhen minaron la confianza en la capacidad de Beijing de impulsar el crecimiento.
"Las monedas de los mercados emergentes están actualmente enfrentando la peor de todas las tormentas", dijo Bernd Berg, estratega de Société Générale. "Los temores por el crecimiento global (están) impulsados principalmente por una desaceleración significativa en los países emergentes, mientras que la tibia recuperación en las naciones desarrolladas no es lo suficientemente sólida como para contrarrestar la debilidad en China y otros países emergentes".
Las expectativas de que la Fed suba las tasas en el otoño (boreal) apuntalan la fortaleza del dólar frente a las divisas de las naciones en desarrollo, mientras que los temores por la economía china y las tensiones políticas en Turquía, Rusia, Brasil y Malasia están minando la confianza general.