El rublo se desplomó ayer a su menor nivel en más de un año, a medida que los rusos confrontan la perspectiva de un segundo año de recesión económica en 2016, en medio de una continua debilidad de los precios internacionales del petróleo.
Se espera que la economía rusa se contraiga en cerca de 3,7% este año, golpeada por el descenso en los precios de los hidrocarburos y el impacto de las sanciones internacionales en su contra, a pesar de las anteriores señales que habían dado las autoridades de que la situación estaba comenzando a estabilizarse, con el presidente Vladimir Putin señalando que “la peor parte de la crisis” ya había quedado atrás.
El reciente declive en los precios del petróleo está echando un valde de agua fría sobre esas expectativas más optimistas e importantes figuras de la vida política y de los negocios en Rusia salieron esta semana a advertir que el país debería comenzar a prepararse para otro año de recesión económica en 2016.
El referencial Brent del petróleo retrocedió ayer más de 3% a
US$ 36,64 luego de que el gobierno de Arabia Saudita reiterara su decisión de no recortar la producción en respuesta a la caída de los precios tras anunciar un radical programa de austeridad esta semana.
Eso ayudó a empujar a la moneda rusa a más de 73 rublos por dólar , su nivel más bajo registrado hasta la fecha, descontando una breve caída en diciembre del año pasado que amenazó con provocar una corrida en el sistema bancario local. A comienzos de la tarde en Moscú, el rublo se estaba transando con una caída de 1,2% en 73,1570 unidades por dólar, un retroceso de 26% desde comienzos de año.
“2016 no va ser más fácil que 2015, e incluso podría ser más desafiante”, dijo Alisher Usmanov, uno de los oligarcas más ricos del país, esta semana.
Alexei Ulyukayev, ministro de Economía, dijo que Rusia debe prepararse para el escenario de que los precios del petróleo se mantengan bajos “por años”. Los datos del gobierno ruso mostraron que en noviembre la economía registró una caída mensual por primera vez en los últimos cinco meses.
“Todo depende del petróleo, el petróleo y otra vez el petróleo”, dijo Oleg Kouzmin, economista de Renaissance Capital en Moscú. “La actual crisis no tiene un fondo definido”.
La reciente debilidad de la economía está golpeando con particular fuerza a los ciudadanos comunes, dicen los analistas. Datos oficiales publicados esta semana mostraron que los salarios reales han caído 9,2% anual en los primeros once meses de 2015, la primera baja de esa magnitud desde la crisis económica de fines de los ‘90.
Las ventas de bienes de consumo -desde alimentos hasta autos- han caído abruptamente, con las ventas minoristas retrocediendo 13,1% anual en noviembre. Según la encuestadora oficial VTsIOM, 39% de los hogares rusos no pueden comprar suficiente comida o ropa, frente a 22% hace un año.
Putin marcó una nota pesimista en su maratónica conferencia anual este mes, advirtiendo sobre la posibilidad de un alza en la edad de retiro.La principal razón del cambio de tono es el petróleo, que a mediados de noviembre retomó sus caídas, tocando mínimos de once años. El crudo y el gas representan la mitad de los ingresos del gobierno.