- ¿Qué está ocurriendo?
Los emergentes están en la mira. Sus monedas están cayendo, también las acciones, y el precio de los commodities, el elemento vital para muchos emergentes, está en declive. Algunas divisas, como el ringgit de Malasia y el rand sudafricano están tocando mínimos de varios años frente al dólar.
- ¿Qué ha provocado el problema?
En el corto plazo, la devaluación del yuan chino hace dos semanas. Algunos analistas vieron la decisión del Banco Popular de China de modificar su política cambiaria como un importante paso hacia la liberalización de la moneda. Para otros, debilitar el yuan tenía como objetivo contrarrestar la desaceleración del crecimiento y las presiones deflacionarias. En cualquier caso, el mercado está inquieto con China a raíz de las generalizadas liquidaciones de capital que se han producido durante el verano (boreal) y está preocupado por si la desaceleración de uno de los principales motores de la economía global es peor de lo que esperaban. El yuan y los datos de China se han convertido en unos indicadores a seguir de cerca.
Pero los problemas de los emergentes no son nuevos. Las acciones han caído más de 10% este año, al igual que sus divisas.
- Entonces, ¿qué carcome a los emergentes a largo plazo?
Dos cosas: la caída del precio de los commodities que producen y exportan y la expectativa de que Estados Unidos eleve las tasas de interés. Ambos factores han estado en juego a lo largo de 2015, por lo que el sentimiento hacia los emergentes ya era negativo antes de la devaluación del yuan.
- ¿Afectan estos factores a todos los países emergentes?
No necesariamente. Algunos, como Rusia, Sudáfrica, Chile y Colombia, son más dependientes de las materias primas que otros. La caída del precio de los commodities es más beneficiosa para algunos países emergentes en la medida que el costo de importación cae. India y algunos países de Europa central como Polonia y Hungría han limitado su exposición a China y son economías más estables. Igualmente, otros países emergentes vulnerables tienen problemas adicionales por los riesgos políticos, como Turquía, Rusia y Brasil.
- ¿Qué pueden hacer los emergentes al respecto?
Una de las consecuencias de la devaluación del yuan es que la competencia de las exportaciones va en aumento, lo que alimenta la especulación de una guerra de divisas si otros países deciden aflojar la política cambiaria para ayudar a sus exportadores. Los bancos centrales de Kazajstán y Vietnam lo hicieron la semana pasada y los analistas elaboran ya listas sobre quién será el siguiente. Nigeria encabeza las apuestas.
- ¿Algo más?
A largo plazo, podrían reformar sus estructuras económicas para hacerlas más atractivas a los inversionistas. En el corto plazo, no mucho. Hay cierto alivio entre los emergentes por la caída de las expectativas de que la Reserva Federal eleve las tasas el próximo mes, pero sienten que es posponer lo inevitable.
- ¿Más problemas?
Dos. El primero es la deuda. El fortalecimiento del dólar a principios de año elevó la preocupación por los países con grandes deudas denominadas en dólares debido a que la refinanciación de la deuda es cada vez más cara. En cinco años, la deuda de los emergentes se ha duplicado a US$ 4,5 billones (millones de millones), según el Banco Internacional de Pagos.
- ¿Y el segundo?
La gran fuga de capitales, que casi se ha duplicado a cerca de US$ 1 billón en los últimos trece meses en comparación con la crisis financiera de 2008-09, no menos importante en la propia China. Los analistas no esperan una tregua en la fuga de capitales.
- Entonces, ¿qué tan malo es esto? ¿Es comparable a los colapsos anteriores del mercado?
Por un lado, no hemos tenido el impacto de choque que afectó a los mercados emergentes a finales de 1990 o en 2008. Tampoco estamos viendo que gran parte de este dolor se contagie a los mercados desarrollados, salvo por cierta debilidad en las acciones. Esto es hasta ahora una dilatada y lenta crisis. Pero aunque eso podría hacer que fuera soportable en el día a día, el problema es que no hay signos de que vaya a terminar. Tampoco se trata de un tema independiente de los países emergentes. Los analistas están empezando a hablar de que el Banco Central Europeo amplíe su programa de flexibilización monetaria más allá de septiembre 2016 debido a la desaceleración de China.
- Entonces, las divisas, acciones y commodities en los emergentes están cayendo. ¿Qué hay de los bonos?
Hasta el momento, han escapado en gran parte de la retirada, pese a las preocupaciones sobre la deuda denominada en dólares. Algunas compañías con préstamos en dólares también pueden obtener sus ingresos en dólares, con lo que se neutraliza el impacto de la caída de las divisas.
Pero según Simon Lue-Fong, jefe de deuda de mercados emergentes en Pictet Asset Management, hay evidencia de que la propensión al riesgo disminuye en el mercado de deuda soberana y corporativa de los mercados emergentes. "No hay suficiente liquidez ahora mismo por lo que si la venta de divisas se extiende a otros activos podría provocar una carnicería", sostiene.
- ¿Qué hay en el horizonte?
Septiembre. Toda esta actividad tiene lugar en mercados muy estrechos, por lo que la gran pregunta es cómo responderán cuando las vacaciones terminen y coincida con un enfoque más intenso en los datos de EEUU y cómo impactan la deliberaciones de la Fed. Hay mucha atención puesta sobre China. Los analistas esperan mayor depreciación del yuan. Cuánto caiga y lo rápido que lo haga determinará la escala de desafío para los emergentes.